Los aliados del PRI y traidores de la 4T |
* El PRI y sus aliados PAN-PRD, gobiernos de tiranos, infames, corruptos, discriminatorios, represivos, charlatanes, violadores flagrantes de los derechos y las libertades de las personas.
Por:Rey Néquiz Villalba
Ante la soberbia, la prepotencia, el egoísmo, la falta de capacidad y la violencia mostrada con tintes criminales del gobierno priista del Estado de México contra la población que reclama por derecho servicios públicos, provoca el debilitamiento, la desconfianza y la pérdida de imagen del gobernador saliente, Alfredo del Mazo Maza. Y, los constantes actos de corrupción, el desvío de fondos públicos para beneficio personal, la impunidad a los actos de latrocinio, la falta de obra púbica, la generación de miseria y marginación que les solapa a los gobiernos municipales emanados de distintos institutos políticos en regiones de la entidad mexiquense, enrarecen aún más la figura de Alfredo del Mazo con la perdida de sustento social y con un repudio ya marcado por el electorado.
Las voces de inconformidad son múltiples en municipios gobernados por el PRIAN-PRD en la entidad mexiquense, afirman que las arbitrariedades y los actos de prepotencia con la que se conducen los alcaldes contra la población no tiene límites, quienes gritan a los cuatro vientos que cuentan con el apoyo del gobernador Alfredo del Mazo, esto les permite abusar de poder para esquilmar de su economía a miles de familias con la obligación del pago de sus respectivos impuestos. Las denuncias ventilan la gravedad del problema urbano, económico y social en municipios de Toluca, Naucalpan, Tlalnepantla, Cuautitlán Izcalli, Los Reyes La Paz, Metepec, Atizapán de Zaragoza, Coacalco, entre 43 más gobernados por la alianza, se conducen con toda impunidad y fuera de la Ley al contar con todo el apoyo y protección del gobernador del Estado de México, a fin de robarle descaradamente a la población. En las giras de trabajo que realiza el ejecutivo mexiquense por los municipios asentados en la zona oriente de la entidad, los hace de “pisa y corre”, para no escuchar las quejas y reclamos que le hace la población por sus promesas incumplidas, acusaciones contra caciques, exigencias de solución a sus problemas de tenencia de la tierra, falta de agua potable, cumplimiento a familias que perdieron su trabajo en la pandemia y crisis económica que pone en riesgo parte de su patrimonio, pero sobre todo, la manera arbitraria, criminal y autoritaria con la que se conducen los alcaldes de la alianza PRI-PAN-PRD. Conforme pasa el tiempo y no hay solución a la problemática social en amplia zona de la entidad, Alfredo del Mazo se enfrasca en una crisis de identidad política y como un fantasma naufraga, por culpa de sus protegidos ediles, algunos de ellos también son de Morena, quienes se conducen sin un proyecto social progresista y carecen de oferta política que favorezca a las ciudadanía.
Los nombres de los alcaldes que incurren en abuso de autoridad y en constantes latrocinios, el gobernador del PRI del Mazo Maza los conoce, sólo simula aplicarles todo el pesos de la Ley, pero en esencia los utiliza para tratar de ocultar su ambición y ceguera hasta convertir el Estado de México en un gran negocio personal, de índole mercantil para garantizar su método de gobierno con actos de simulación, de soberbia, intolerancia y sin ofrecerles oportunidades de desarrollo a más de 13 millones de mexiquenses que se debaten en la pobreza extrema. Con el saldo que arroja su gobierno con tintes de represión, matanzas a líderes y represión a periodistas, derroche, extorsión, tráfico de tierras, prepotencia, impunidad, ascendentes actos de corrupción y crecimiento del narcotráfico, Alfredo del Mazo se despoja de su máscara expone su rostro de un personaje imúdico, hipócrita, granuja, falso y autoritario.
La acertada revelación de sujetos sin escrúpulos que afanosamente buscan más poder, el ejecutivo local no es la excepción, es su descripción en el juego político por el dominio todos los que tienen ambiciones personales en su búsqueda rebasan los límites de la realidad y caen en su propia trampa, por exagerar su exaltación personal y el incumplimiento de sus promesas, pierden sus valores y su identidad política con la sociedad civil y se crean imágenes negativas. En esta descripción del abuso de poder de Alfredo del Mazo no puede ocultar su enfermedad psicológica y su fenomenología dentro del ambiente político, sin importarle utilizar los recursos materiales y humanos que otorga el mando, con la finalidad de imponer una cultura de descomposición social, tal y como lo exhiben públicamente los gobiernos municipales violentos y provocadores, que sirven como plataforma para impulsar su candidatura del PRI en el 2024 hacia la presidencia de la República.
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