jueves, 27 de septiembre de 2012

Gobernantes corruptos, huestes de Satanás


Los malos y sinvergüenzas líderes políticos, son de la peor calaña e “hijos” del diablo 

Dirigentes religiosos secuaces del pecado

Por: Luis Rey N.
En la actualidad todo gobernante que niega o rechaza a Elohim (Dios en Hebrero) actúa en realidad como representante de Satanás y asiento de la maldad corrupta, porque este usa a las personas para lograr sus propósitos malévolos de poder en el campo social, político, económico, y – lo más grave aún – el religioso y espiritual para tratar de encumbrar su imagen pública y engañar a la población.
Los individuos con poder y que se conducen con criterio único de maldad, autoritarismo, falsedad, ambición y vicios, comete pecado ante Elohim y se encuentra bajo el control de Satanás, padre del pecado, la mentira, lo putrefacto y la corrupción.
De acuerdo con Ezequiel (28.14-15), desde sus orígenes, Elohim creó a Lucifer para que fuera uno de sus sirvientes principales. “Tú querubín grande, protector, yo te puse en el santo monte de Elohim, allí estuviste; en medio de las piedras de fuego te paseabas. Perfecto eras en todos tus caminos desde el día que fuiste creado, hasta que se halló en ti maldad”.
Satanás fue creado por el único y eterno Elohim verdadero, quien no tiene principio ni fin. Como ser creado, estaba obligado a ofrecer veneración, alabanza y adoración al Creador. El era perfecto en toda forma, era la personificación de la sabiduría y era de suma belleza.
Lucifer presidía el grupo entero de los ángeles. Era el asistente ejecutivo, posición esta que le dio un poder impresionante, además actuaba como máximo mediador o jefe intermediario. Recogía la adoración de todas partes del universo y la llevaba a la presencia de Elohim.
Michael Youssef, en su libro Conozca a su verdadero enemigo, asegura que “un abismo infranqueable separa a la criatura de su Creador; en consecuencia, alentar la ambición de reemplazar a Elohim fue para Lucifer no solo una blasfemia – y ambición - sino algo completamente irracional”.

Mientras Isaías (14. 13) asegura “Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo; en lo alto, junto a las estrellas de Elohim, levantaré mi trono, y en el monte del testimonio me sentaré, a los lados del norte; (14.14) sobre las alturas de la nubes subiré, y seré semejante al Altísimo”.
Lucifer, padre del pecado y la maldad, trató de igualarse con Elohim, desde este fatal error de percepción emanan toda clase de motivaciones perniciosas: egolatría, orgullo y falsa ambición. Se volvió orgulloso de su belleza, de su intelecto, de su capacidad y de su talento, y falló en reconocer que todo lo que poseía era un regalo de Elohim, y que sin Elohim no era nada, creyó que merecía adoración por derecho propio.
En Ezequiel (28.17) se lee, refiriéndose a Satanás, “se enalteció tu corazón a causa de tu hermosura, corrompiste tu sabiduría a causa de tu esplendor, corrompiste tu sabiduría  a causa de tu esplendor; yo te arrojé por tierra; delante de los reyes te pondré para que miren en ti”. Y de acuerdo con Lucas (10.18), por eso Elohim lo expulsó y lo arrojó del cielo. Yahshúa (el Mesías en Hebreo y no Jesús)  se refiere a ese momento cuando dice: “Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo”.
Ezequiel (28.16 ) dice: “A causa de la multitud de tus contrataciones fuiste lleno de iniquidad y pecaste, por lo que yo te eché del monte de Elohim, y te arrojé de entre las piedras de fuego, oh querubín protector”. A pesar de que Satanás gobierna a este mundo con el pecado a través de la historia, Elohim es la fuente última y definitiva de poder.
Todos los demás poderes individuales o colectivos, religiosos o políticos, vienen de Elohim y son delegados, al ejercerlo se debe de conducir con verticalidad, honestidad y probidad. Sin embargo, los individuos con poder lo hacen con la imagen del enemigo.
La mayoría de los gobernantes, desde el presidente de la república, gobernador, senador, diputado, secretario de estado, dirigente político, alcalde, regidor y funcionario público, imponen como método de gobernar la mente criminal, pecadora y corrupta de Satanás, a través del odio, la mentira, la traición, la rebeldía, la amargura, la ambición, el vicio, los celos, la lujuria, la codicia, la vergüenza y la brujería, con el objetivo de someter al pueblo y robarse el erario.
Satanás ha erigido su trono en los malvados, incrédulos e impíos. Este calificativo de “El Maligno”, obra en ellos la maldad, habita en ellos y los hace infelices y eternamente desdichados.
Dijo el Mesías a los impíos e incrédulos – corruptos -: “Vosotros de vuestro padre el diablo sois, y de los deseos de vuestro padre queréis cumplir. El homicida ha sido desde el principio, y no permaneció en la verdad; porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de la mentira” (Juan 8:44).
Por eso, el 99 por cientos los individuos que conducen los gobiernos federal, estatal, municipal y empleados en todos los niveles hacen todo lo malo, estafan, secuestran, extorsionan, transan, roban, “asesinan” y corrompen las administraciones y la aplicación de la justicia para someter al pueblo a sus caprichos e intereses personales.
El apóstol Pablo enseña que Satanás es dios en este siglo, estos es, de los hombres malvados e impíos, quien han cegado su entendimiento para que no los alumbre la luz del evangelio de la gloria de Yahshúa , el cual es la imagen de Elohim (II Cor. 4-4): “en los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no los resplandezca la luz del evangelio de la Gloria de Yahshúa, el cual es la imagen de Elohim”. Por lo tanto, el no creer en el evangelio del Mesías resulta una ceguera diabólica.
También declara el apóstol Pablo que Satanás obra en los hijos de la desobediencia. Háyanse muertos en sus delitos y pecados los impíos –corruptos gobernantes-, cuantos viven conforme a la condición de este mundo, a merced del príncipe de la potestad del aire (Efesios 2-2): “en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de ese mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos  de desobediencia”.    
 
La corrupción en líderes cristianos
 
Por su parte, Luciano Jaramillo Cárdenas, en su libro Tentaciones, nuestro lado oscuro, sostiene: “La trampa de líderes cristianos, se identifican y proclaman como los servidores de Elohim y de su pueblo, pero en la práctica absorben todo el poder, controlan todos los mecanismos de decisión, y dominan por completo la institución, la empresa o el grupo”.
Explica que “se adueñan del mundo que les circunda, sobre el que han adquirido cierta autoridad de la iglesia, parroquia o ministerio”. Así mismo, asegura que “la trampa en la que caen estos líderes es la de creer que tener el poder conlleva siempre en poseer, controlar la verdad y la falacia de todo esto es la de presentarse y aun creerse que es un servidor, cuando en realidad se actúa como dominador, para ejercer el control absoluto”.
Marcos (10. 42), dice:”Más Yahshúa, llamándoles, les dijo sabéis que los que son tenidos por gobernadores  de las naciones se enseñorean de ellos, y sus grandes ejercen sobre ella potestad”. También señala en el versículo 43 “Pero no será así entre nosotros, si no el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor”. Así mismo en el versículo 44 nos explica “y el que vosotros quiera ser el primero, será siervo de todos”.
 Como ustedes saben, los que se consideran jefes de las naciones oprimen a los súbditos, y los altos oficiales abusan de su autoridad. Pero entre ustedes no deben ser así. Al contrario, el que quiera hacerse grande entre ustedes deberá ser un servidor, y el que quiera ser el primero deberá ser esclavo de todos. “Porque el Hijo del hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate de muchos”. Marcos 10-45.
El apóstol Juan (2Juan 7) sostiene “porque muchos engañadores han salido por e mundo, que no confiesan que Yahshúa  ha venido en carne. Quien esto hace es el engañador y el anticristo”. Es decir que el engañador, que lleva embaucado con sus artimañas al mundo entero. En (1 Juan 5. 19) “Sabemos que somos hijos de Elohim, y el mundo entero está bajo el maligno”, en este sentido Satanás es el autor de la maldad, que peca desde el principio; el que ha introducido en este mundo el pecado, y por medio de pecado la muerte. Así, en (1 Juan 3. 8) nos dice: “el que practica el pecado es del diablo, porque el diablo peca desde el principio. Para eso apareció el Hijo de Elohim, para deshacer las obras del diablo”.  Y los individuos que gobiernan mal, desde cualquier trinchera, con una cultura de corrupción obedecen al diablo.
 
El Corazón del hombre corrupto taller de Satanás

“Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?” (Jeremías 17:9).“Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón, porque de él mana la vida.” (Proverbios 4:23).
“Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Elohim” (Mateo 5:9.)
El espíritu moderno se ríe del diablo como si fuera un mito y, niega lo mismo, su existencia y su poder sobre los hombres; tampoco acepta las enseñanzas de la Palabra Santa respecto al Mesías y la rendición por El efectuada
Es de constarse que el espíritu moderno, no es de Elohim, sino de Satanás. Nos tiene, sin cuidado el que éste opúsculo le complazca o deje de agradarle, porque los cristianos tomamos por autoridad del Mesías y las doctrinas apostólicas y hallamos tan excelente ésta base que no la cambiaríamos por ninguna idea de los tiempos actuales.
Con base en el folleto traducido del francés y editado por Wurtburg por el grabador de la Universidad, bajo el epígrafe: “Espejo espiritual de la conducta moral, en la cual toda personas deseosa de alcanzar la salvación puede contemplarse a sí misma, reconocer el estado de su alma y enderezar provechosamente sus pasos según las enseñanzas que de él se desprenden”.
Así; Elohim tiene establecido su reino en los creyentes y personas piadosas, morando en ellos como su templo, en vivificar, purificar, santificar y bendiciéndoles por Su poder divino de paz, de justicia, de gozo y de la vida Eterna. También, Satanás ha erigido su trono en los malvados, incrédulos e impíos. Este calificativo de “el Maligno”, obra en ellos la maldad, habitan en ellos y los hace infelices y eternamente desdichados y autor de todo pecado y de la esclavitud espiritual.
Las enseñanzas del evangelio de Yahshúa, en Mateo 13-25 nos dice; “pero mientras dormían los hombres, vino su enemigo y sembró cizaña entre el trigo, y se fue”. En este sentido el enemigo que siembra cizaña en medio del trigo es el diablo,  y se confirma en (Mateo 13:26): “Y cuando salió la hierba y dio su fruto, entonces apareció la cizaña”. En tal manera,  la cizaña se hace manifiesta; no podemos despreciarla, ni mucho menos negar su existencia; y ¿quién se atreverá a afirmar que nadie la sembró?
  El Mesías dijo a los impíos e incrédulos: “Vosotros sois  de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. El ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla: porque es mentiroso, y padre de mentira” (Juan 8:44).
El apóstol Pablo asegura en Efesios 6:12 que “porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldades en las regiones  celestiales”.  Satanás es un príncipe, un potentado, un espíritu que ejerce gran poder, adalid de las tinieblas de este mundo; y que existen espíritus malignos en el espacio, contra los cuales no es preciso pelar.
Considera el apóstol que Satanás es dios en este siglo, esto es, de los hombres malvados e impíos, quien han cegado su entendimiento para que no los alumbre la luz del evangelio de la gloria de Yahshúa, el cual es la imagen de Elohim (II cor. 4:4). Por lo tanto, el no creer en el evangelio del Mesías  resulta ser una ceguera diabólica.
En Efesios 2:2, Pablo establece  que Satanás obra en los hijos de la desobediencia, y que se hállanse muertos en sus delitos y pecados los impío, cuando viven conforme a la condición de este mundo, a merced del príncipe de la potestad del aire.
Así mismo, el apóstol Pedro (1Pedro 5:8); “Sed sobrio, velad; porque nuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quién devorar”, y advierte que Satanás es el adversario de los fieles y piadosos, sus enemigos y tentador, que nunca descansa para atrapar a la gente y convertirla en malévola. (l Pedro 5:9) nos convoca “al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismo padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo”. 
El apóstol Juan califica al engañador, que lleva embaucado con sus artimañas al mundo entero (2 Juan 7; l Juan 5:19). Es el autor de la maldad, que peca desde el principio; el que ha introducido en este mundo el pecado, y por medio del pecado la muerte (l Juan 3:8).
El apóstol Santiago emite el mensaje a los cristianos la señalar que “resistid al diablo y de vosotros huirá” (Santiago 4:7).
Así, Jesús dio potestad a Sus discípulos de echar fuera demonios, dotándolos de una fuerza que superaba a la del enemigo (Mateo 10:1; Lucas 9:1); y en la epístola a los Efesios 6:13, el apóstol Pablo indica la armadura de Dios junto con las armas ofensivas y defensivas mediante las cuales debemos luchar contra el diablo, y las cuales nos permiten resistirle y apagar todos los dardos encendidos del maligno espíritu (Efesios 6:16).
En este sentido, el autor del folleto sostiene que la doctrina de Yahshúa y de sus apóstoles no le cabe duda de que el corazón humano es templo de Elohim o bien es taller de Satanás, en otros términos; así como el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo viven y obran en los creyentes, Satanás reside en los impíos y los domina para hacer el mal.
En Corintios (6:9), la Palabra Santa expone: “¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Elohim? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones”. En el versículo 10 “ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Elohim”. De las funestas consecuencias y la paga del pecado, que son la espada, el juicio y la muerte, y que ira y enojo, tribulación y angustia; todo ser humano que hace lo malo (Romanos 2:8,9) serán enemigos de la verdad Evangélica.
En el Evangelio de Efesios se explica claramente que en el rostro vese dibujada la ligereza o frivolidad que no se inquieta por causa del pecado, que no tiene nada de ilícito, sino que regala con cuanto puede antojársele a un corazón depravado y se entrega a una vida disipada sin para miente en Elohim, en la eternidad y en el juicio. 
En tal corazón de maldad impera Satanás junto con su séquito, que son siete pecados radicales simbolizados por los siete animales.
El pavo real cuya larga cola de plumas con cambiantes de oro y azul se extiende en rueda, supera a todas las demás aves en orgullo y gracia, o a causa de riqueza, hermosura o altos puestos de honor, representa la soberbia, pecado que, debido a ciertos méritos, talentos todos, los cuales son favores inmerecidos de Elohim, induce a tantas personas a complacerse en sí mismo y envanecerse como si fuesen mejores que sus semejantes, y a tener en poco, depreciar y oprimir a los demás.
El macho cabrío, animal hediondo y lascivo, es imagen de la concupiscencia y de toda suerte de impurezas, mientras que el cerdo es símbolo de la intemperancia, dula, embriaguez y relajación.
El sapo, batracio que se alimenta de inmundicias, figura a la avaricia que impulsa a los hombres a codiciar con afán insaciable los bienes terrenales.
La serpiente que, envidiando la felicidad de nuestros primeros padres, los engaño y sedujo, es imagen fiel de la envidia, de la malignidad y de la falsedad.
El cero, conocido por su apetito desenfrenado e insaciable que come de todo, es figura del glotón que como con exceso y desordenadamente.
El tigre, una de las bestias más feroces y crueles, representa la ira y malicia que mueven a los hombres a cometer hechos característicos de tan feroces animales.
La tortuga, que se arrastra lentamente, recuerda la ociosidad y tibieza, vicios que privan al hombre de todo celo y de toda inclinación al bien.

Tal es el estado horroroso y lamentable del pecador que vive con arreglo y sujeción al espíritu que domina el siglo. ¡Oh, cuántos viven con aparente seguridad en esta miserable condición, como si no les amenazara peligro alguno! Pasan por cristianos, pero en verdad son siervos del pecado, esclavos de Lucifer, teniendo nombres de vivientes, están muertos. Como se explica en (Apocalipsis 3:1): “Escribe al ángel de la iglesia en Sardis: El que tiene los siete espíritus  de Dio, y las siete estrellas me dice esto: Yo conozco tus obras, que tienes nombre de que vives, estás muerto”.
Si descubres en ti la maldad, arrepiéntete de ella. No te entregues a la desesperación, sino confiésalo ingenuamente y vuélvete a Yahshúa. El es tu Salvador, lo mismo que él de otros; ha venido a este mundo para salvarte a ti y ampararte, deseoso de destruir las obras del diablo, de rescatarte del poder de aquel tirano y trasladarte a Su reino, el reino del amado Hijo de Elohim. Así, (Col.1:13) afirma “el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo”. Él puede infundir fuerzas para que dejes de ser súbdito de Satanás y siervo del pecado. Él puede, Mesías Yahshúa, ponerte en libertad y cuando Él te liberta, eres verdaderamente libre. Busca con todo tu corazón al verdadero Hijo de Elohim, Mesías Yahshúa.

viernes, 21 de septiembre de 2012

El legado económico y social de Felipe Calderón Hinojosa



¿Por qué la pobreza en México?

El flagelo de la narco-política

Una guerra que el gobierno “gringo” promueve para someter más a los mexicanos

Por: Raymundo Trejo Córdoba

Felipe Calderón Hinojosa

Hace más de tres años el hombre que dirige desde Los Pinos los destinos de esta nación declaró una guerra contra los cárteles mexicanos de la droga. Al paso del tiempo los mexicanos habíamos aportado a esta guerra más de 150 mil muertos, según cifras oficiales, un número incontable de heridos, varias de las grandes ciudades del país (Ciudad Juárez, Chihuahua, Monterrey, Tampico, Morelia, Estado de México, Veracruz, Culiacán, Mazatlán) viviendo bajo el miedo y en virtual estado de sitio, regiones abandonadas por su habitantes, zonas rurales que son tierra de nadie, carreteras federales intransitables, 17 estados de la República en crisis profunda de inseguridad, más de un millar de quejas ante las comisiones de derechos humanos (y esas son las que se hacen públicas, porque el miedo impide que se conozca más allá de la punta del iceberg) por violaciones, secuestros, chantajes, cateos ilegales, robos y todo tipo de abusos producidos por las fuerzas policiacas, el ejército y en menor medida por la Marina, barrios urbanos y zonas industriales en los que no entran inspectores de Hacienda o de salubridad, porque el narco es el Estado y el dueño.
¿Cómo se ha llegado hasta aquí? ¿Cómo puede detenerse esta inercia antes de que México se desvanezca en medio del miedo y el terror en un holocausto repleto de cabezas cortadas, tiroteos donde los ciudadanos inocentes son "bajas colaterales", policías que entran a la casa rompiendo la puerta y se roban el queso que hay sobre la mesa, cárceles donde impera la mafia y se tortura sistemáticamente, declaraciones oficiales de avances y éxitos que ya ni los niños de la gran burguesía urbana se creen, fábricas y talleres que cierran, madres asesinadas por protestar por el asesinato de sus hijas?
Primera. Calderón pactó el inicio de esta guerra con el presidente Bush, ni siquiera con el entonces recién llegado Obama. Y la pactó en términos de ofrecerla en bandeja. Y la pactó en condiciones absurdas. La guerra contra el narco no era, no debería ser, una guerra mexicana, porque era, es en esencia, una guerra estadunidense, generada por el mayor consumidor de droga a escala planetaria, el que se producía dentro del territorio de Estados Unidos. Así, la propuesta mexicana no debió haber pasado de una oferta de apoyo a una guerra que debería librarse en territorio gringo, combatiendo las redes de distribución, las estructuras financieras, controlando la frontera.
En su territorio, no en el nuestro. Pero no fue así. En tres años no ha habido más de media docena de operaciones importantes de aquel lado de la frontera, mientras que de éste se ha desatado la más sangrienta de las confrontaciones que hemos tenido los mexicanos desde la guerra cristera.
Segunda. Al gobierno de Calderón le tomó un año pedir a los estadunidenses el control del tráfico de armas, y desde que lo pidió no ha obtenido resultados. Según cifras oficiales, cerca de 50 mil armas largas (ojo con esto de las cifras oficiales: ¿quién las contó?), municiones, lanzacohetes, ametralladoras pesadas, han entrado a México para proporcionar a las mafias un poder de fuego muy superior al de las fuerzas armadas. Hoy cualquier achichincle de un narco puede seguir comprando municiones para un cuerno de chivo en una tlapalería en Houston. Las balas que matan a mexicanos se venden alegremente en Estados Unidos, y ahí no se hace nada.
Tercera. Antes de iniciar una guerra, y no hay que leer a Sun Tzu o a Federico Engels para saberlo, el Estado debería contar con una labor de inteligencia sólida. ¿Quiénes son? ¿Dónde están? ¿Cuáles son sus nexos? ¿Cómo es su estructura financiera? Mil y un preguntas que necesitaban respuestas. Hoy sabemos que al momento de iniciarse la guerra de Calderón contra el narco toda, o buena parte de la estructura de inteligencia del Estado mexicano estaba en manos de facciones del propio narco, que utilizando a jefes policiacos del más alto nivel dirigieron las operaciones contra bandas rivales, agitando un avispero de venganzas que parece no tener fin. ¿Qué tanto de su aparato policiaco trabajaba para el enemigo? Directores de la policía, de las agencias contra el crimen organizado, la SIEDO, comandantes de la AFI, subprocuradores, entre otras autoridades. A la fecha, el Estado mexicano aún no lo sabe o no quiere saberlo. A la fecha, la "inteligencia estatal" está filtrada, distorsionada, fragmentada; resulta (sobre todo de la lectura de sus comunicados) absolutamente incoherente.

George W. Bush

Cuarta. El sistema judicial está podrido. Lleva muchos, muchos años estándolo. Agentes del Ministerio Público descalificados, jueces corruptos, ineficiencia absoluta cuando no complicidad declarada con el crimen. Con una estructura como esa no se podía ir a la guerra. ¿Cuántos delincuentes han sido dejados libres en estos pasados tres años? ¿Cuántos han recibido condenas intrascendentes respecto de la magnitud de sus crímenes? Pepe Reveles narraba el otro día en una mesa redonda que los que le entregaban los cadáveres al Pozolero (y hablamos de más de un centenar de muertos) pronto saldrán en libertad, porque el Ministerio Público sólo pudo acusarlos de tenencia de armas y posesión de drogas a causa de una investigación mal integrada. Reina un caos maligno, como habitualmente reinaba en la justicia mexicana, paraíso del accidente y la casualidad. Vivimos en un territorio de rezago de indagaciones, expedientes confusos, sin investigación científica, ausencia de un banco nacional de huellas digitales, inexistencia de un concentrado de la información de todas las agencias policiacas del país ¿Cuántas veces hemos leído en la prensa que el detenido había estado en la cárcel recientemente? ¿Quién lo soltó?
Quinta. En la cárcel de Torreón la directora torturaba a los presos. En otra cárcel las bandas tenían permiso para salir de noche para ejecutar rivales, en otras 10 prisiones se han producido fugas masivas. Hay denuncias sobre el control y los privilegios que las mafias tienen sobre todas las prisiones, incluso las de alta seguridad. Han sido despedidos más de una docena de directores de cárceles en los meses recientes. ¿Ha cambiado la situación interna? Sin la previa depuración del sistema carcelario, no se podía ir a la guerra.
Paquetes de dólares
Sexta. Conan Doyle en la boca de Sherlock Holmes solía decir que cuando una historia no estaba clara “follow the money”, hay que seguir el dinero, el rastro económico. El narcotráfico, como lo fue el contrabando de alcohol en Estados Unidos durante la era de la prohibición, o el robo de coches en México, es un negocio criminal, sigue reglas de un mercado semivisible, tiene inversiones, está sujeto a la producción y la distribución. Una parte del dinero, millones de millones de dólares, se moverá prosaicamente en paquetes de billetes verdes envueltos en papel periódico y en maletas Samsonite, pero otra parte, quizá la más importante, se convierte en inversiones, casas, automóviles de lujo, oficinas, hoteles, tiendas, restaurante y otros negocios millonarios. En la era de Caro Quintero una colonia en Ciudad Juárez llamada burlonamente Disneylandia, estaba repleta de mansiones extravagantes: castillos de La Cenicienta, mansiones californianas, material chafa de Las mil y una noches, pagodas budistas. Todo el mundo en la ciudad sabía que era territorio del narco. El dinero es visible. ¿Y la ruta, las rutas que descienden desde Estados Unidos no lo son? El SAT está muy preocupado por cobrar los impuestos a cualquier gringo que se descuide y ¿no es capaz de detectar los millones que bajan desde el otro lado de la frontera? El gobierno mexicano ha puesto miles de trabas bancarias a los ciudadanos para mover su dinero, pero no ha abierto una macro investigación sobre las operaciones bancarias que acompañan este gran dinero de las mafias. En los cientos de decomisos, cateos, detenciones, ¿no han aparecido chequeras, cuentas bancarias, huellas y rastros? ¿Por qué no se habla de esto nunca? ¿Por qué el gobierno mexicano no ha pedido a Estados Unidos operaciones financieras que bloqueen el flujo de dinero al narcotráfico? Sin una investigación financiera sólida y un pacto bilateral con los estadunidenses para el bloqueo del dinero del narco, no se podía ir a la guerra.
Séptima. Un convoy del Ejército en La Laguna se dirige a una cárcel de alta seguridad: están transportando a un preso importante. Como no conocen la zona les han puesto una patrulla de la policía local al frente y otra en la cola. Al llegar a un semáforo la patrulla se detiene. Enciende y apaga las luces tres veces y luego se fuga a 150 kilómetros por hora. La patrulla de la cola hace lo mismo en reversa. De los callejones salen hombres armados que disparan contra los militares. Las patrullas no han vuelto a aparecer en la escena pública, tampoco los patrulleros, que se han desvanecido en esta gran nada informativa que es la guerra de Calderón.
Entre Monterrey y Tampico una caravana de camionetas de renta que regresaban de un servicio son desviadas por la policía hacia una brecha, un camino rural. Al final del tramo un grupo de zetas armados con ametralladoras los están esperando. Los choferes serán torturados y robados. Hoy sabemos, gracias a las declaraciones de los testigos protegidos, que durante años altos mandos de la policía escoltaron los transportes de droga y protegieron como escoltas a los capos. Pero no sólo la policía, las policías, muchos policías, actúan en colaboración, apoyan, informan, protegen al narco, el Estado lo ha abastecido de cuadros. Uno de cada tres detenidos, se puede leer día a día en los periódicos, es un policía o un ex policía, un militar.

Barack Obama

Hace años en Tijuana pregunté al director de un diario por qué en días recientes se habían matado a tiros entre ellos una docena de policías en un choque entre bandas rivales. Me respondió que resulta más barato contratar a un poli que entrenar a un sicario. ¿Cómo es posible que el Ejército Mexicano (y el estadunidense) haya entrenado a un cuerpo entero de elite militar que luego se pasa en bloque para constituir la esencia de Los Zetas. Si los mexicanos lo sabíamos, si sabíamos que la delincuencia era policiaca en millares de casos, ¿no lo sabía el Estado mexicano? ¿Es posible ocultar cuando tu salario pasa de 15 mil pesos al mes a 250 mil? ¿Cuántas horas de investigación económica resistiría un agente de la policía antes de descubrir que tiene seis casas en fraccionamientos del estado de México? ¿Hay alguien en México que sepa interpretar la lectura de un polígrafo, el vulgarmente llamado detector de mentiras? ¿O el Estado mexicano no se atreve a usarlo ante el riesgo de que se muestre que la mayoría de sus agentes mienten? ¿La mayoría? ¿10 por ciento? ¿90 por ciento? ¿Hay algún polígrafo funcionando en alguna dependencia policiaca del país? ¿O se ha vendido para comprar refrescos y gansitos marínela en el Oxxo más cercano? Todo nace de unas fuerzas del orden cuya moral está pervertida.
Y esta es una vieja historia mexicana, que adquiere su mayor nivel durante el alemanismo. Su clave es la impunidad. Los mexicanos sabemos que históricamente la policía y el Ejército no son una fuerza de orden sino una fuerza criminal semilegalizada, represiva. Sabiéndolo el gobierno Calderón como debería saberlo (no podemos presumir ese grado de estupidez que llegaría a lo inverosímil), ¿cómo se atrevió a lanzar una guerra contra el narco con ese material humano? Una guerra que no sólo no se podía ganar, sino que ni siquiera podía empezarse sin haber limpiado antes las fuerzas del orden. ¿Pero cómo limpiarlas sin debilitar al mismo tiempo la esencia represiva del propio Estado mexicano? Un general retirado me contaba que no tenía duda de que en el Ejército había un centenar de capitanes y mayores honestos, pero que no estaban cerca de la toma de decisiones. No se podía lanzar una guerra contra el narco con este material humano. No hay posibilidad alguna de variar la situación mientras la moral dominante en las "fuerzas del orden" sea la que hoy es.
Imágenes. Cualquier ciudadano con un celular puede grabarlas, en la carretera de Tampico a Matamoros circulan convoyes de cuatro o cinco camionetas negras, traen pintado en el costado con spray las siglas CG, cártel de Golfo.
Empresas que cobran protección
Octava. Hoy el narco no sólo es una docena de grupos armados que controla una de las más importantes fuentes económicas del país. Son empresas que cobran protección, por ejemplo, a todos los comerciantes de Cancún. Son el control de todos los vendedores ambulantes de Monterrey. Son la justicia en zonas enteras de Michoacán donde La Familia reprime a maridos abusadores y deudores perniciosos (léanse las notas de Arturo Cano en La Jornada). Son los controles en carreteras federales que cobran peajes. Son los que le ofrecieron (y le cumplieron) a un restaurantero en Ciudad Juárez que si pagaba protección, no más inspectores de salubridad ni requerimientos de Hacienda. Son los controladores de la red de tráfico humano y secuestros más grande del planeta. Son los que ofrecen empleo bien pagado a millares de jóvenes de las pandillas de las zonas fronterizas. Son en una parte muy grande nuestro país, el nuevo Estado. Y un Estado que sustituye a otro Estado basado en el abuso, la corrupción. Un mecánico de banqueta en Chihuahua paga al narco 200 pesos a la semana por el uso de la acera, antes le pagaba de mordida 300 a la policía. Tal para cual. ¿Por qué habría de estar en la cárcel un capo si no lo está el que cometió un fraude electoral que robó a la nación su destino, ni lo está el que con su modesto salario de funcionario compró tres castillos en Francia? Mientras el Estado mexicano no pueda garantizar a sus ciudadanos una relación honesta no se puede librar una guerra contra el narco.
Mensaje para el Presidente de la Republica saliente y entrante.
Hasta cuando los mexicanos vamos a seguir pagando su guerra innecesaria, hasta cuando vamos a ver lo que usted prometió en su campaña lo mexicanos decimos “YA BASTA POR FAVOR”  queremos un crecimiento real en la economía del país.

miércoles, 12 de septiembre de 2012

El Vaticano creó a Hitler y al Partido Comunista


Los Jesuitas, brazo criminal de los Papas, financiaron la Segunda Guerra Mundial

El clero político enemigo de las libertades

Por: Luis Rey

Con el objetivo de conquistar al mundo para la religión del catolicismo romano, el Vaticano formó y financió la maquinaria destructiva de Adolfo Hitler y los, escuadrones de la muerte, Jesuitas prepararon secretamente la Segunda Guerra Mundial.
Para la Iglesia Católica, Apostólica y Romana, Hitler, Mussolini y Franco serían los defensores de la fe apostata – falsa del evangelio de Cristo -. Ellos, fueron preparados para ganar y conquistar el mundo, y establecer un milenio para el Papa.
El Dr. Alberto Rivera, en su libro Cortinas de Humo asegura que “el 3 de mayo de 1945, el día en que murió Adolfo Hitler, el dictador español, Franco afirmó: Hitler, hijo de la Iglesia Católica, murió mientras defendía al cristianismo”. También dijo “sobre sus restos mortales yergue su victoriosa imagen moral. Con el triunfo del mártir, dios le da a Hitler los laureles de la victoria”.
La información documentada y vertida en el libro La Historia Secreta de los Jesuitas, publicada por la Editorial Chick Publications, asegura que Hitler mismo declaro: “Aprendí mucho de la orden de los jesuitas. Hasta ahora, nunca ha existió en la tierra nada más grandioso que la organización jerárquica de la Iglesia Católica, Yo – Hitler – transfería a mi partido muchos de esta organización”.
El ex jefe del contraespionaje nazi y uno de los cercanos colaboradores de Adolfo Hitler, Walter Schellenberg “Himmler formó la organización de la Gestapo, siguiendo los principios de la orden jesuita”. Informó “los reglamentos y ejercicios espirituales, prescritos por Ignacio de Loyola, fueron el modelo que utilizó en el poder Adolfo Hitler. La misma estructura que mantiene el orden jerárquico de la Iglesia Católica”.
Alberto Rivera sostiene que Franz von Papen, otro nazi poderoso cuya participación fue fundamental para establecer el concordato entre Alemania y el Vaticano, donde el “Tercer Reich es la primer potencia mundial que no sólo reconoce, sino que pone en práctica los elevados principios del papado”.
Y, ¿qué es un concordato? Es un acuerdo entre el Vaticano y un gobierno. En lo que respecta al Vaticano, el gobierno que firma el concordato llega a ser parte del gobierno de “dios”, y el Vaticano tiene el propósito de estabilizar ese gobierno, y brindarles protección divina e internacional.
Lo que sucedió con el Holocausto que se llevó a cabo en la Segunda Guerra Mundial, fueron masacrados por Hitler más de 6 millones de judíos creyentes en el cristianismo bíblico.
Cortinas de Humo afirma que los tres grandes defensores de la fe católica romana fueron Hitler, Mussolini y Franco. Los tres gobernantes fueron concordatos con el Vaticano y se sometieron a los intereses de la Iglesia Católica, Apostólica y Romana. Mientras la maquinaria de guerra nazi arrasó los Balcanes y se dirigía a atacar Rusia, Yugoslavia ya había sido ocupada de manera cruel por los nazis.
El odio del Vaticano a través del papa se reflejo contra los miembros de la Iglesia Ortodoxa Rusa. El autor subraya que “a estos los llamaron serbios y en Yugoslavia los sentenciaron a la muerte. Sólo les dieron una opción: convertirse al catolicismo, o morir”.
Así el Vaticano creó el partido “Comunista” para destruir a uno de sus más grandes enemigos, la Iglesia Ortodoxa Rusa. Pero, los “Comunistas” traicionaron al papa y rehusaron destruir a los miembros de esa iglesia. Sin embargo, el papa Pío XII creó un “macabro” plan para hacer el trabajo sangriento que los “Comunistas” no habían hecho: “matar a todos los miembros de la Iglesia Ortodoxa y a sus ministros”.
Tras las órdenes de los jerarcas de la Iglesia Católica, Apostólica y Romana, los sacerdotes católicos –jesuitas- cambiaron la sotana por el uniforme de los temibles escuadrones asesinos de la Ustashi, encabezaron los asaltos más bárbaros, brutales y crueles contra los ortodoxos, sin dejar de practicar torturas satánicas que nunca se habían visto en el siglo XX.
De acuerdo a los libros que documentan los crímenes de los sacerdotes católicos, específicamente el del Terror Católico Hoy afirma “a la población no católica de la Croacia (Yugoslavia) de dieron a escoger: la conversión o la muerte. De manera violenta y con el apoyo del gobierno cerraron templos, destruyeron documentos parroquiales, quemaron los edificios eclesiásticos, con frecuencia arrestaban a los feligreses ortodoxos en sus templos y los dejaban allí, o en salones locales, mientras esperaban a su suerte”. Su consigna era, conversión a la fuerza, campos de concentración o ejecución”.   
La explicación detallada de la forma tan brutal como se conducían los sacerdotes católicos está más que ejemplificada, porque la “supervivencia de los integrantes de la Iglesia Ortodoxa dependía del capricho de los comandantes de la Ustashi y de los padres católicos (sacerdotes) que los acompañaban”.
El grupo de sacerdotes asesinos a través de la Ustashi usaba las armas más primitivas, tales como horcas, palas, martillos y serruchos, para torturar a sus víctimas antes de matarlas. Les quemaban las piernas, les arrancaban la piel y la barba, los cegaban cortándoles los ojos con cuchillos con todo y cuencas”.
La crueldad de sacerdotes del catolicismo no tenía límites “no perdonaban ni a mujeres ni a niños”. En las aldeas entre Vlasénica y Kladanj, las tropas nazis ocupantes descubrieron a niños que la Ustashi había atravesado con estacas, sus pequeños miembros se veían retorcido por el dolor.
La brutalidad sin precedentes de la Ustashi, está registrado en los testimonios bajo juramento de varios testigos sobrevivientes de la masacre. “En Nevesinje, la Ustashi arrestó a toda una familia serbia, formada por el padre, la madre y cuatro hijos. La madre y los hijos fueron separados del padre. Durante siete días no les dieron nada de comer ni beber”.
“A la madre y a los hijos de dieron de comer un buen trozo de carne asada y mucho agua, puesto que tenían tanta hambre, se comieron toda la carne. Después que terminaron de comer, los de la Ustashi le dijeron que habían comido carne de su padre”.
Mientras la Institución Católica Romana, sólo durante la Inquisición española, torturó, mutiló y mató a 68 millones de personas, y muchos eran cristianos que creían en la Biblia.
Ejemplos de la ira incontrolable del Vaticano, como la Remera del Apocalipsis mostró sus colmillos, trato de destruir por completo a sus enemigos y encubrió sus crímenes astutamente. Atrás de todo esto está Satanás, quien actúa y nos rodea con la intención de destruir el cristianismo bíblico.
La Iglesia Católica, Apostólica y Romana “huele a muerte”.
En los países donde los sacerdotes tienen metidas las manos en la política hay bombazos, muertos y movimientos armados. Hay terrorismo y una desestabilización económica, para debilitar a los gobiernos que niegan espacios para los curas –jesuitas – en los asuntos políticos.
En los países de Centroamérica, el terrorismo es ya una forma de vida con terror, en Colombia, México,  Chile, Perú, Venezuela, Ecuador, Salvador y en el Medio Oriente, estallan autos bomba en España y en todas partes de Europa donde hay violencia, el clero político – la iglesia Romana- influye por medio de los jesuitas que voluntariamente se ofrecen como mediadores entre los terroristas y el gobierno, siempre es un obispo.
El clero es capaz de todo. Es capaz de tener hijos, con tal de no autorizar los métodos anticonceptivos, abortos y niños probetas, de los más grandes crímenes, de las más grandes atrocidades de quemar vivas a las personas, por decir que el mundo es redondo – época de la Santa Inquisición -, de crear al fascista de Adolfo Hitler, para matar a más de 6 millones de judío, de ser los creadores del Comunismo y de someter a la nación (pueblo) a un pensamiento oscurantistas y con la promesa de construir un paraíso en el otro mundo (infierno), después de la muerte, porque ellos no alcanzarán el paraíso celestial por apostatas.   
El clero salvaje es capaz de organizar Cruzadas y amanecer cruzados, de perdonar los pecados de sus apostatas o de atentar contra la vida, -en México ordenaron matar al General Obregón y a Luis Donaldo Colosio, de orgías de sangre y terror en una sola noche como en París, o de años de tortura y esclavitud física e ideológicamente como en México, que todavía no se libera del letargo evangélico.
En Europa Occidental, Rusia, después de que Gorbachov iniciara sus relaciones con el Estado Vaticano, la iglesia católica, empezaron los bombazos y el surgimiento de la guerrilla para la liberación de territorios y conformar otros Estados, para apoderarse del control de Estado ruso, sin importarles la mutilación  de miles de vidas inocentes. El clero Romano huele a muerte, tristeza, odio, corrupción y hasta azufre – su amo es el diablo -.
En 1988 el entonces representante del Papa aquí en México, monseñor Jerónimo Prigione, avaló el fraude electoral del PRI y apoyo la usurpación al poder de Carlos Salinas de Gortari, (hoy la hace el clero con Enrique Peña Nieto) considerado en compañía con el poderoso y discípulo de Benedicto XVI, Norberto Rivera como los mejores diplomáticos con que cuenta el Vaticano en México y que preparan su permanencia en el poder presidencial con el PAN.
Como regencia de lo que es la iglesia y el clero, Carlos Marx en su crítica a la religión dice: “sus representantes muestran una realidad con conciencia cotidiana fetichista y mentirosa, hipócrita, la miseria como expresión y el opio del pueblo – sus drogas-, que no definen su propia realidad”.
Marx paso de una crítica de la religión como fundamento de la política, del Estado cristiano luterano, a la crítica religiosa de los político, explica: “no busquemos el misterio del católico en su religión, busquemos el misterio de su religión en el católico real – el Papa y sus huestes (engendros-demonios) que conforman al clero- ¿Cuál es el culto mundano en que el católico –sacerdote o jesuita – práctica? La usura, ¡Cuál su dios mundano – Satanás -! El dinero y la corrupción.
Ante esta disyuntiva religiosa el papa, Benedicto XVI pidió perdón, al igual que sus antecesores, a nombre de la iglesia Católica, Apostólica y Romano, por ser tan pecadora y, específicamente, por los actos de barbarie que la jerarquía ensotanada reconoce como “pecados”, porque, como ya se sabe, son de diferentes tamaños, hay que recordar los movimientos violentos en los pueblos que buscan su libertad, la represión al través de la Santa Inquisición y el fundamento sobre la estructura ambiciosa del poder.
El ensayo político de José Guerrero, La corrupta iglesia, estima: “el clero en su historia no ha dejado de pecar, venial o mortalmente, del disimule y engaño hasta enviar a la muerte, sobre todo a los judíos que heredarán la Tierra Prometida de Dios, en su terrible Inquisición pretendió frenar la evolución de la ciencia con el proceso de Galileo Galilei y muchos más que pretendieron hacer luz en las tinieblas, porque la luz del saber y el entendimiento lo querían para ellos solamente y poder controlar a todo un pueblo”.
El saludo a Satanás del PRI.
Ahora Benedicto XVI pide perdón porque la iglesia Católica, Apostólica y Romana arrebato la bandera religiosa a los judíos – Jesús de Nazaret fue judío-, para entender el gran negocio tan floreciente y corrupto hasta hoy en nuestro días. En México, la iglesia apostata y sus representantes no han dejado de cometer pecados de toda clase, desde la infamante protección que dieron a los encomenderos, latifundistas, minero explotadores y tenderos, delincuentes, homicidas, explotadores del vicio y la prostitución, pederastas – sacerdotes homosexuales – y narcotraficantes, permite que la imagen de la Virgen de Guadalupe se exhiba y se adore en negocios de prostitución y santería en México.
Reconoce el clero político que entre sus atrocidades está utilizar a los indígenas como cualquier mercancía de su propiedad y que la gente más ignorante está bajo su protestad por mandato de Satanás – gobernador de éste mundo -. Por ello, se permitía que ese sector de los mexicanos fuesen tratados como animales, incluso ser herrados en la frente a manera de identificación – como la marca del diablo 6666– por si algún esclavo heroico lograba escapar de la encomienda, como sucedió en la época de la Colonización, Reforma y el Porfiriato.
Los ejemplos de la iglesia corrupta son múltiples, para asaltar al poder presidencial es capaz de todo como el caso de Samuel Ruiz en Chiapas, - responsable del levantamiento armado de los indígenas - , su protección al narcotráfico y su complicidad en representar sus intereses copulares, con el gobierno de Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo Ponce de León, Vicente Fox Quesada y ahora con Felipe Calderón Hinojosa.
La iglesia enemiga de los mexicanos y de las fuerzas progresivas, porque ellos apuestan al total control del estado, ahora con Enrique Peña Nieto y el PRI,  y, por ende, al pensamiento oscurantista.


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