Juan Lázaro Santiago Marcos, originario de Centroamérica es
el encargado de reclutar a “mercenarios de la comunicación” para las filas de
cárteles de la droga del PRD.
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Ejemplo
ancestral del periodismo despreciable
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Al
descubierto, otros calumniadores y chantajistas
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Traficantes
verbales, “Secuaces” del Salvadoreño, recluta a la escoria de la sociedad
Por: Rey
Néquiz Villalba
El ejercicio periodístico en nuestro país no
puede ser juguete de aprendices, laboratorio de fantasía y albergue de pandilla
incrustada en los distintos medios de comunicación, porque lo único que hacen
es denigrar y corromper nuestra noble profesión.
Juan Lázaro Santiago Marcos (a) La Garrapata |
En el Valle de México, existen fanáticos que en
nombre de la moral y la decadencia intentan emascular cualquier expresión
libre, hay esbirros espontáneos, gavillas, beatos orgiásticos y extranjeroides
de quinta columna, que tratan por todos los medios de vilipendiar el verdadero
periodismo. Se manejan con la falsedad, cinismo e hipocresía, utilizan a sus
títeres, porque la mayoría de ellos no tienen capacidad, con pérfida alteran,
inventan y dan rienda suelta a su demencia para atacar sin fundamento a los
verdaderos periodistas.
La ira, el enojo y la irritación que provocó de
algunos “delincuentes plumíferos”, fueron mis críticas constantes y las seguiré
haciendo, contra gente que utiliza el periodismo como arma de presión para
proteger al crimen organizado, como lo hace Juan Lázaro Santiago (a) La
Garrapata en contubernio con sus “secuaces” e involucrado en otros negocios
fuera de la ley. Es lamentable que éste personaje utilice a “editores” de periódicos
locales que se ligan con él, malandrines que se vuelven sus cómplices y con
visión torpe y retorcida del quehacer periodístico manipulen técnicas obsoletas
de un lenguaje vulgar y erróneo.
Juan Lázaro y sus gángsteres del periodismo no
producen razones, no saben pensar, se esconden como topos para injuriar,
insultar, calumniar y denuestos, burlas, con el claro intento de linchar y amedrentar
hasta infundir descrédito, que no lo van a lograr porque el pueblo es quien
respalda nuestro trabajo.
Allí están las lacras del periodismo. Ustedes,
sin esfuerzo, pueden localizarlos. Juan Lázaro Santiago alias La Garrapata,
Josefina Nava mejor conocida como La Chimoltrufia, Gloria Aguilar Mateos
apodadada La Guajolota, Angel Martín Yépez Estrella (a) La Carroña, Manuel
Moreno alias El Chueco –apodo que le inventó en un panfleto orquestado por
Martín Yépez- y Oscar Chunti Sierra (a) El Naco o bien El Tuercas, quienes
intentan escribir, no pueden por su ignorancia. Otros colaboran con regularidad
y se les conoce su filiación de neófitos traficantes verbales, a otros los
inventa o bien los crean para el “atraco”.
Se les conoce porque algunos utilizan su nombre,
otros esconden su degradación y su cobardía con seudónimos. Además, de ser los
responsables de “lanzar” panfletos anónimos escritos para difamar a las
autoridades locales de la zona oriente del Estado de México; políticos,
dirigentes sociales, asociaciones civiles, planteles educativos, iglesias
cristianas y católicas, así como contra periodistas que no comparte con su
forma de pensar.
Juan Lázaro Santiago, fue despedido del
Universal de manera vergonzosa por utilizar su imagen en la protección a
gobiernos del PRD de Nezahualcóyotl, involucrado en actividades del
narcotráfico y dedicarse a extorsionar a funcionarios, políticos y sociedad
civil. Ahora, con un grupo de estafadores del periodismo barato se dedica a
presionar a gobiernos municipales para colocar en la nómina a mujeres -sacadas
de los tiraderos de basura de la zona-, amantes, esposas, suripantas y
familiares de sus cómplices, en algunos casos obliga a los ediles a través del
chantaje para que les otorguen una asesoría.
Martín Yépez, surgió del anonimato y como arte
de magia se hizo “periodista”, este sujeto sin escrúpulos trabajaba como
hojalatero, vendía pollo en la vía pública, coyoteaba en las oficinas de
tránsito estatal y no se descarta que legalizaba carros chocolates, se ofrecía
como ayudante de mecánico y por recomendaciones del edil de Valle de Chalco,
Luis Enrique Martínez Ventura, llegó como auxiliar a la oficina de Comunicación
Social con Bertha Albores alias “La Cabaretera”, luego logró sostenerse como
aviador en la saliente administración de Miguel Ángel Luna.
Recientemente, con el apoyo de algunos
“vividores” y “atracadores” del periodismo, presionaron al comandante de la
policía judicial mexiquense encargado del despacho de Recuperación de Vehículos
de la Perla en Ciudad Nezahualcóyotl, para que no se le consignara por el
presunto delito de robo de vehículo, toda vez que no presentó la acreditación
del automóvil que conducía y que era de
su propiedad, con motor remarcado. El iletrado de Martín Yépez, se dice ser el
autor material del panfleto que circuló contra los periodistas críticos de la
zona, pero ante su nerviosismo dijo que el autor intelectual fue Juan Lázaro,
porque reconoció que él carecía de capacidad para escribir. Ahora se escuda en
un periódico regional propiedad de María Pimentel para proteger sus actividades
“mafiosas” y del “atraco”, sin importar manchar la trayectoria y la imagen de
tan “prestigiado” medio de comunicación.
Otro, mequetrefe, iletrado, neófito e ignorante
del periodismo, el susodicho Oscar Chunti, de profesión talachero, muellero,
tuerquero y aprendiz de mecánica, -burrero de la Garrapata, Juan Lázaro Santiago-, debería de definir su actividad
laboral y no jugar a la fantasía del periodismo. Porque, ésta noble profesión
requiere de tiempo, dedicación, esfuerzo y prepararse estudiando, para salir de
la ignorancia y ascender de manera intelectual a otros niveles que garanticen
la investigación para ejercer de manera objetiva y transparente el ejercicio
profesional del periodismo.
Así de eficaces, se creen los inquisidores modernos
incrustados en los gobiernos locales e infiltrados en algunos periódicos. Esta
cuadrilla de “lacras sociales”, piensan que los electores son incapaces de
distinguir la verdad de la mentira y al vender su alma al príncipe de las
tinieblas se quedan sin imaginación, desalmados como los muñecos ventrílocuos
de su asesor Juan Lázaro Santiago. No utilizan la prensa como voz del pueblo
sino como instrumento de chantaje y de libertinaje, en la mayoría de los casos
es una arma de presión para favorecer a sus “changarros”, con trabajos de
“plomería”, “albañilería”, “hojalatería” (como lo hacía Roberto Zagal Melgoza
en un centro de salud en Neza), “compostura de muelles y mecánica”, “destapar
caños”, asear los escusados”, “recoger basura” y “hacer limpieza en las casas
de los funcionarios”.
Es necesario saber que la libertad de expresión
allí esta pero ejercerla requiere de honestidad, decisión y valentía, el
periodismo no debe de estar en la genuflixión y en el desvarío, porque estas
expresiones son síntomas de inseguridad, debilidad, frustración, miedo, odio,
coraje, incapacidad y mediocridad. Tales defectos dan espacio a rateros,
extranjeroides, papanotas, tránsfugas, trinqueteros, pepenadores, barrenderos,
macuarros, ex presidiarios, traficantes del vicio y la prostitución, damiselas,
sirvientas, cargadores de bultos en la central de abastos, ex policías,
albañiles y mecánicos.
El que se desenmascarara a “periodistas” venales
o se descubriera ante la opinión pública a comunicadores coludidos con
traficantes de droga no significaría, en modo alguno ni para nadie, que todos
los periodistas fueran mañosos. Así, los electores distinguen a los verdaderos
periodistas de los oportunistas, a los distorsionadores profesionales y a los
ditirambos, enemigos del pueblo.
Respecto a lo que a mí concierne y como
principio de ética adquirida en la Universidad Nacional Autónoma de México
(UNAM), no puedo decir que jamás he escrito algo de lo que no esté convencido,
como principio y valor de mi información profesional. Se equivocan, aquellos
que desean a un Rey Néquiz Villalba manso, domesticado, adulador, servil,
obsecuente, disciplinado, concomitante, lambiscón, suave, terso y enemigo de la
verdad. Como lo he dicho fuerte, “soy torero de Bueyes no de pulgas, chinche y
de piojos, que no se pueden capotear desde la barrera”. Mientras, cometan
abusos de poder y errores los periodiqueros, los voy a exhibir. Y, como norma,
quien sucumba al periodismo falso paraliza su razón, niega su entendimiento y
es atrapado por el odio, la amargura y la malquerencia con traición.
El escribir y aprender más, no sólo es mi pasión
sino mi forma de vivir y ser, para frenar los excesos de poder, expreso mi
forma de ver la realidad, lo que siento y lo que soy. Lo demás es oportunismo,
esquizofrenia y cuentos de mis enemigos, hasta que se cansen de ladrar.
·
Publicado
en Octubre del 2006, en número 25 de La Corneada, página 13. En respuesta al
panfleto que editaron Juan Lázaro Santiago, Martín Yépez Estrella, Oscar Chunti
Sierra, Gloria Aguilar Mateos y Josefina Nava. En él pretendieron descalificar
el trabajo periodístico que desde hace más de 25 años ejercen de manera
profesional y honesta Honorio Ramírez Espinoza, Héctor Herrera Galindo, Serafín
Soto Calderón y Rey Néquiz Villalba.
CARTA AL EDITOR DE DIARIO AMANECER DE
MÉXICO
Reporteros protectores de
fraccionadores clandestinos, serán citados a declarar ante la PGJEM
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Periodistas de Radio RED, Formato 21,
La Jornada, El Gráfico y Notimex, de los involucrados
Nezahualcóyotl, México.- Juan Lázaro Santiago
Marcos asesor de imagen del diputado federal perredista Luis Sánchez Jiménez,
tres directores de comunicación social y nueve reporteros de medios impresos y
electrónicos de circulación nacional, que cubren la región oriente del Estado,
comparecerán ante la Fiscalía Especializada de Delitos Cometidos por
Fraccionadores Clandestinos, luego que el primero, mandar a Nicolás Tolentino
López Avendaño, director de Comunicación Social en La Paz, a fraccionar
clandestinamente 20 mil metros de terreno en la colonia Lomas de San Sebastián,
que serían entregados a los periodistas como pago por encubrir las tropelías
administrativas que cometen funcionarios perredistas.
Virginia de los Santos, reportera de Radio Red;
Juan Lázaro Santiago Marcos, asesor del diputado federal Luis Sánchez Jiménez;
Carlos Vega, director de Comunicación Social; Gloria Aguilar Mateos,
subdirectora de Comunicación Social en La Paz; Miguel Ángel González
Villarreal, director de Comunicación Social de Chimalhuacán; Félix Hernández
Jiménez, reportero de Formato 21; René Ramón Alvarado, de la Jornada; María de
los Ángeles Velazco, del Universal Gráfico; Jesús Leopoldo Esquivel González,
de la Agencia de Servicios Universal de Noticias; Luis Ayala Ramos, de la Agencia
de Notimex; Arturo Tlatelpa, del Diaro Milenio Toluca; Heriberto Santos
Gamaliel, del Diario Milenio; Josefina Nava, subdirectora de ODAPAS de La Paz,
ente otros, serán citados por la PGJEM para aclarar sus presunta complicidad en
estos hechos delictivos.
De acuerdo con la averiguación previa
AV/FEDF/TEX/030/2007, iniciada en Texcoco por la Procuraduría General de
Justicia del Estado de México (boletín de prensa núm. 175) Tolentino López
Avendaño, Laura Elena Rubio González, secretaria particular de la Dirección de
ODAPAS de La Paz, y Cornelio Ortega Goret y/o Juan Carlos Ortega Cervantes,
adscritos a Recursos Humanos del Ayuntamiento local, en su declaración
admitieron pertenecer a la Coordinadora de Autogestión Social Alternativa
(Causa Pajkioya), junto con Juan Lázaro Santiago Marcos, líderes de los
periodistas y asesor del presidente de dicha asociación, Tranquilino Lagos
Buenavad, y director del Organismo Operador del Agua en este municipio.
Cabe recordar que Lázaro Santiago, ex reportero
del Universal, durante 10 años practico el tráfico de influencias bajo el respaldo
de este rotativo, para intimidar, amenazar y chantajear informativamente a
políticos y funcionarios de la región oriente de la entidad, obteniendo plazas
administrativas, recursos económicos, onerosos obsequios, automóviles y
predios, como el que pretendía fraccionar y que oportunamente interrumpió la
autoridad, lo que serían distribuidos entre el grupo de comunicadores.
Santiago Marcos, también autonombrado jefe de
prensa del Senador Héctor Bautista López, actualmente bajo la intimidación
informativa monopoliza y controla las direcciones de Comunicación Social en
siete municipios de la región oriente del Estado donde, aparte de colocar a sus
incondicionales como titulares, inscribe en las nóminas a los corresponsales a
cambio de su silencio.
Sobre estos hechos, la Procuraduría General de
Justicia se vio obligada a emitir boletín con fecha 13 de marzo de 2007, donde
menciona a los pormenores de lo ocurrido, toda vez que el grupo periodístico
arriba mencionado distorsionó y generó un cerco informativo para evitar que el
hecho llegara a las redacciones de estos prestigiados medios de comunicación, a
los que hasta el día de la fecha, siguen utilizando para satisfacer sus
intereses personales, sin importarles el compromiso con la sociedad mexiquense.
*Miembros de la organización Periodistica Unidos de la República
Mexicana PURMAC, reprobamos estas acciones que desprestigian el quehacer
periodístico en el Estado de México.
Avenida López Mateos No.115 Esquina Flamingos colonia Metropolitana 1
sección.
Publicación en el
periódico UNOMÁSUNO, el viernes 16 de Marzo de 2007, en la página 29.
Rodolfo
Aboytes López, secuestrador y sicario del cártel de la Familia Michoacana,
considerado el “jefe” directo de los “pseudoperiodistas”
Valle
de Méx.- La detención de integrantes del Cártel de la Familia Michoacana en el
municipio de Tlalmanalco, el lugar donde tenía sus centro y cuartel de
operaciones para cometer secuestros, asesinatos, violaciones y tráfico de
armas, droga y mujeres al amparo del de gobiernos locales surgidos del PRD,
evidenció la relación directa y su confabulación con el PRI albergue de
criminales, quienes recibían cooperaciones extras por su padrinazgo.
El
domingo 27 de febrero del 2011, la fiscalía especializada en homicidios y
secuestros de la Procuraduría General de Justicia del Estado de México (PGJEM),
confirmó que la célula criminal que operaba en los municipios de la región de
los Volcanes pertenece a la “Familia Michoacana”; entre los detenidos estaba el
ex alcalde del PRD de Tlalmanalco, Raúl Fernando Sánchez y su ex director de Comunicación Social y principal sicario,
Rodolfo Aboytes López y su ex colaborador Mario Buenrostro alias el R1.
Ante las declaraciones del sicario
Rodolfo Aboytes, mejor conocido como El Grande, relató que para cometer más de
70 crímenes contra empresarios, comerciantes y transportistas, pero primero lo
secuestraban y cobraban el rescate, luego los ejecutaban a sangre fría, a las
víctimas las enterraban en los patios de los casas de seguridad en la zona
boscosa.
Aseguró, en ese entonces, que pagaban a
los elementos de la Agencia de Seguridad Estatal, Arturo Galicia Aguirre,
Alvaro Hernández Crespo; el subdirector de la policía municipal de Tlalmanalco,
Víctor Pérez Ortiales, el subdirector de la policía de Amecameca, José
Guadalupe Oviedo Ramírez, al ex director de Ozumba, Angi Guillermo Torres
Marín, entre otros que ya desaparecieron.
Trascendió en las declaraciones del ex
director de comunicación social, Rodolfo Aboytes, que “reclutaban en sus filas
a varios pseudoperiodistas para facilitar sus operaciones criminales, a cambio
de integrarlos en las nominas de ayuntamientos que comprenden la Zona de los
Volcanes y financiar con recursos a diversos medios de comunicación, para
responsabilizar al gobierno estatal y
federal de la violencia desatada por los narcotraficantes y victimizar a los
gobiernos municipales, con el objetivo de ocultar sus fechorías criminales”.
Entre los pseudoperiodistas identificados
con los narcos del PRD y ahora con el PRI son: Alfredo Ibañez del periódico La
Prensa, Juan Lázaro Santiago, René Ramón de la Jornada, Arturo Tlatelpa de
Milenio, Gloria Aguilar Mateos, Antonio Hernández, Jesús Esquivel, Josefina
Nava, Juan Hernández Ulises y el camarógrafo de Televisa.
La lista es amplia de los
pseudoperidistas que a través de sus vínculos con la delincuencia organizada del
PRI, recibía financiamiento para editar medios impresos regionales y locales
como el de Ricardo Espejel, Luciano Percastre y Gabriel Salazar. Además, se les
atribuye como una “componenda” o “retribuciones” por prestarse al espionaje,
las negociaciones de los criminales con los alcaldes fueron varias direcciones
de Comunicación Social.
Así, la confabulación de ex ediles del
PRI en municipios asentados en la Zona de los Volcanes, hoy en poder del PRI,
con políticos en el narcotráfico es evidente y sin cortapisas, quienes por
medio del poder local conformaron una estructura criminal para garantizar las
eficientes operaciones y protección de cárteles de la droga.
Con la detención de los integrantes de
la célula criminal de la “Familia Michoacana”, la Procuraduría General de
Justicia del Estado de México, descubre que relación se entrelaza con
narcopolíticos del PR-PRI, corporaciones policiaca, funcionarios, empresarios y
líderes de las instituciones políticas, quien por medio del poder local puedan
realizar operaciones sin ningún problema.
A la sombra de las sospechas por
vínculos con los narcotraficantes cubre a quienes se desempeñan como alcaldes,
tesoreros, funcionarios de primer nivel, jefes de la policía, editores y
pseudoperiodistas y dirigentes del PRD-PRI local en los municipios de
Nezahualcóyotl, Los Reyes La Paz, Ixtapaluca, Valle de Chalco, Chalco, Amecameca,
Tlalmanalco, Ozumba, Tepetlixpa, entre otros que tiene nexos con el crimen
organizado, para lavar dinero y poder operar libremente.
Periodistas “ligados” al narcotráfico: FIP
* Vínculo con organizaciones
políticas criminales
La Federación Internacional de Periodistas
(FIP), con sede en Bruselas, y Reporteros Sin Fronteras (RSP), son sede en
París, comparten su diagnóstico sobre la situación de la prensa en México: el
creciente poder del narcotráfico, mezclado con la ineficiencia de la justicia y
con la grave corrupción policíaca del país han dejado al gremio totalmente
vulnerable a los atentados, asesinatos y a los intentos de infiltración.
En el reporte, publicado en enero del año en
curso, la FIP le dio el vergonzoso título de “triángulo mortal” del periodismo
a Colombia, Haiti y México, destacando que en este país “los traficantes de
droga continúan con sus acciones criminales prácticamente en la impunidad”.
Robert Shaw y Benoit Hervieu, responsables de la
sección latinoamericana de la FIP y de RSF, respectivamente, alertaron en
entrevistas separadas que tales agresiones del narcotráfico, circunscritas
hasta ahora en el contexto de la violencia de la frontera norte, la cual se
extiende al resto del país.
“A principios del sexenio de Vicente Fox –señaló
Hervieu -, Estados Unidos recuperó el control aéreo sobre el narcotráfico en
general, y los traficantes comenzaron a trasportar las drogas por mar y tierra.
Así extendieron sus rutas y, por tanto, su presencia en el territorio mexicano:
Veracruz, Guerrero, Estado de México, Jalisco, entre otros estados”.
Desde la sede parisina de Reporteros Sin
Fronteras, el activista francés comenta que la guerra por el control de esas
nuevas rutas de la droga “provoca que haya más medios de comunicación expuestos
a la violencia del narco, no sólo los fronterizos sino los de centro de México.
Consideró que tras esa “atmósfera de
indiferencia” del poder público, la “cultura de la impunidad” y de la pujante
“fuerza del narcotráfico” favorecen que “el problema se vaya ampliando en todo
México”.
Prensa infiltrada en las mafias
Un fenómeno paralelo provoca inquietud de ambos
organismo: la colaboración de periodistas o de propietarios de medio con el
narcotráfico. “No ignoramos, porque no somos ingenuos, que en países como
México existe corrupción en la prensa”, aseguró Hervieu, pero estimó que eso no
justifica de ningún modo la muerte de periodistas.
Uno de los múltiples ejemplos, según informes de
Reporteros Sin Fronteras, son las sospechas de que Guadalupe García Escamilla –
asesinada a tiros en abril pasado al salir de la estación de radio para la que
trabajaba –mantenía relaciones con “elementos del cártel del Golfo” a través de
sus contactos con la policía local”.
La federación Internacional de Periodistas ha recabado
también datos que confirman la “ambigua” conducta de García Escamilla. Aún más,
dice contar con elementos “para sospechar que hay familias propietarias de
medios vinculadas con el tráfico de drogas”, las cuales, dice Shaw, administran
sus negocios en las “zonas fronterizas”, pero también, “aunque en menor medida
por el momento”, y en resto del país.
Al respecto, el representante de La RSF matiza:
“Es seguro que pueden existir complicidades de le prensa, como en toda la
sociedad. Puede estarse dando un proceso de infiltración del narco parecido al
de Colombia. Pero el narco no necesita espías directamente dentro de las
redacciones. Un cómplice dentro del gremio, de la policía y de los poderes
locales es suficiente para que se enteren de todo”.
Hervieu describe: “El periodista mexicano está
solo, no se gana bien la vida, y la profesión tiene mala imagen de la sociedad,
en México, hay que admitirlo, el periodista es como un pobre perro en estas
circunstancias”.
Ante el avance de los cárteles de la droga, en
el Estado de México el ejercer el periodismo representa un alto riesgo. La
escala de violencia en está entidad mexiquense ha ocasionado que numerosos
medios ya no realicen investigaciones acerca del crimen organizado.
Jesús Blancornelas crítica al periodismo que se
practica en el Distrito Federal y el Estado de México, donde sólo se reproducen
las versiones de la Procuraduría General de la República. “Recientemente leí
una barbaridad que decía la PGR: que los cárteles se habían acabado y ahora se
dedicaban al secuestro. Nosotros estamos viendo que están fortificados los
grupos del crimen, ahora son grandes corporaciones, tiene elegantes oficinas
para camuflaje a sus actividades”.
En la mayoría de los casos, la falta de unidad
de los periodistas provoca que los narcos, al través de ellos, mantengan espías
en las redacciones de los medios “nacionales”, los corresponsales realizan el
trabajo sucio para linchar a las autoridades, financien a periódicos regionales
y compren espacios en radiodifusoras para lavar dinero y mantener un control
sobre el espionaje.
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