viernes, 17 de febrero de 2023

Narcos en las entrañas del Estado panista, fragilidad gubernamental de Felipe Calderón

*   El juicio de Genaro García Luna en los Estados Unidos por sus nexos con capos de la droga, exhibió los síntomas de descomposición y la acelerada colombianización del entonces  régimen de PAN   

Por: Rey Néquiz Villalba

Genaro García Luna y Felipe Calderón
Al asumir el poder presidencial a través del fraude electoral, Felipe Calderón Hinojosa y el PAN, en el 2007, significó un cambio y una alteración de acuerdos entre el Estado y narco, barones de la droga que lograron obtener más poder y penetración dentro del mismo Estado, al grado de acelerar su colombianización de México, con su cómplice Genaro García Luna el régimen mantuvo un entendimiento a cambio de recibir paquetes millonarios de dólares.

La fuerte infiltración del narco hasta las entrañas del poder mismo, el juicio de Genaro Luna exhibió la corrupción perversa de Felipe Calderón y además reveló la debilidad de su gobierno panista, al destapar la cloaca de los órganos de seguridad. También, demostró su fragilidad del régimen al negociar con criminales posiciones estratégicas en las esferas del Estado.

La prensa del país vecino del norte, Estados Unidos, señala que el juicio contra exfuncionario mexicano es el perfil alto, las autoridades acusan al ex jefe de la Policía Federal por tráfico de cocaína, uno por delincuencia organizada y otro por dar declaraciones falsas, Genaro García Luna es señalado de tener relación estrecha y estar al servicio del narcotráfico, con tales vínculos criminales Calderón Hinojosa forma parte de las redes de la mafia y de la narcopolítica mexicana.

El testigo presentado por la fiscalía, Sergio Villareal Barragán, conocido en el bajo mundo del crimen organizado como “El Grande” aseguró que presenció en distintas negociaciones los sobornos millonarios que el entonces capo Arturo Beltrán Leyva entregaba a García Luna para que protegiera el negocio del tráfico de droga a Estados Unidos, ante dicho señalamiento contra el ex hombre fuerte de la seguridad en México, sirvió al criminen organizado y de ser su protector desde la cúspide del Estado.

El ex secretario de Seguridad Pública de México durante el gobierno de Felipe Calderón y ex director de la Agencia Federal de Investigaciones con el también ex presidente Vicente Fox, se encuentra en Nueva York para enfrentar la justicia y aceptar la decisión de 12 jurados que podrían condenarlo mínimo a 10 años de cárcel.

Las acusaciones de narcotraficantes y ex funcionarios dan a conocer los negocios ocultos de García Luna, quien sin pruebas es acusado de recibir sobornos de más de 10 millones de dólares y estar coludido con el Cártel de Sinaloa y de los Beltrán Leyva. Genaro García fue uno de los hombres formado a imagen y semejanza de Felipe Calderón e incrustado en los órganos de seguridad del gobierno panista, ha sido señalado de estar vinculado a las redes de la mafia mexicana.

La fiscalía no sólo presentó a García Luna como un criminal sino es acusado de servir al crimen organizado y de ser protector de varios cárteles de narcotraficantes que operan en México, quien durante 12 años al frente de la Seguridad Pública utilizó información privilegiada del Estado para blindar las operaciones de barones de la droga, al grado de registrarse una expansión de los cárteles de droga, pero fue rebasado por los altos índices de violencia criminal.

Para la fiscal Saritha Komatireddy la relación de Genaro García con varios cárteles de la droga se tejió desde el poder, “este caso se armó durante más de una década, tomó tiempo unir las piezas, pero las piezas encajan, todo encaja”. Y, es imposible que el cártel se hubiera expandido como lo hizo sin al apoyo del Gobierno mexicano”, indicó.

La abogada Komatireddy sostuvo que Sergio Villareal El Grande, Oscar Nava Valencia El Lobo o Jesús El Rey Zambada explicaron cómo pagaron dinero a autoridades de todos los niveles, de ahí creció la facción de Joaquín El Chapo Guzmán en Sonora, Sinaloa, Durango, Estado de México y Ciudad de México, el contacto directo de las negociaciones criminales fue Genaro García Luna.

En este sentido, la fiscal Saritha dijo “tuvimos aquí también a Édgar Veytia y Héctor Villarreal”, además de los testimonios del ex fiscal de Nayarit y el ex tesorero de Coahuila, se declararon culpables en Estado Unidos y “contaron todo sobre cómo funciona la corrupción en México”, para transportar cocaína usan trenes, barcos, submarinos y todo tipo de transporte para que el cargamento llegue a su destino.

Relaciones entre política y crimen

La guerra declarada al narco, durante los sexenios de Vicente Fox y Felipe Calderón, régimen panistas, fue solo para tender una cortina de humo ante la opinión pública y ocultar el control político de los órganos de seguridad del Estado, debido a las redes de complicidad de funcionarios claves en la estructura del gobierno, los narcos establecieron alianzas entre el Estado, los partidos políticos y los sectores financieros.


Felipe Calderón, "El Grande" y García Luna
Expertos en temas de seguridad nacional escribieron que “lejos de un caso aislado, México vive nuevas relaciones entre política y crimen, con el PAN se les permitió a las estructuras criminales obtener posiciones en las altas esferas del Estado, al punto de ser una y la misma mafia como sucedió con el PAN y los doce años que gobernó a México con Vicente Fox y Felipe Calderón”.

En su artículo José Martínez, denominado “Fuerte infiltración del narco”, sostiene que “la situación sobre los órganos de seguridad es tan crítica que los propios funcionarios están ligados con integrantes del crimen organizado y, por medio, de esa relación obtiene posiciones en las altas esferas del Estado”, así se dio en los gobiernos, durante 12 años, del PAN.

Ante las fallas en el equipo de Seguridad Nacional de los gobierno de Vicente Fox y Calderón Hinojosa, al frente de ella Genaro García Luna mostró la vulnerabilidad de los gobiernos ante los grupos de políticos de alto nivel del añejo régimen del tricolor, que seguían incrustados en el aparato de seguridad del Estado mismo y quienes están ligados al crimen organizado.

Otro experto en temas de seguridad nacional, Sergio Aguayo Quezada advierte “que los barones de la droga en el país están dispuestos en defender por la fuerza el acómodo, funcional y caduco –tejido criminal con regímenes del PRI con Salinas de Gortari- entendimiento que tenía con el Estado Mexicano”.

Afirma “y los más preocupante es la ignorancia que tenemos sobre el grado del poder y penetración del narcopoder en el Estado y la sociedad”. El resultado en tales gobiernos del PAN no existió, y menos, con García Luna una estrategia integral ni coherente en materia de seguridad pública nacional, lo que permitió que los capos consolidaran su relación con el gobierno.

El juicio contra García Luna es el resultado sobre la telaraña que ha llegado a niveles peligrosísimos y todavía es tan preocupante la ignorancia que se tiene sobre el grado del poder y penetración del narcopoder en Estado y sociedad. En los regímenes del PAN se confabuló en el país un tejido de impunidad, corrupción e indiferencia, lo cual facilitó el crecimiento del poder delincuencial.

El abogado de Genaro García, César de Castro en el juicio preguntó a uno de los testigos criminales contra su cliente sobre los 7 millones de pesos que entregó al colaborador de Andrés Manuel López Obrador, Gabriel Regino, para la campaña en defensa de su desafuero como jefe de gobierno capitalino, por lo que la generalización del narco determina y a la vez expresa la profunda descomposición del Estado.

En esta relación del Estado con mafias criminales, José Martínez afirma “este sistema entre política y crimen, en cuanto define un nuevo narcoestado y una nueva aristocracia mafiosa, desestabiliza cualquier país cuyas frágiles instituciones estén atrapadas por la vorágine de la globalización con las mafias, se trate de anteriores regímenes del PRI, del PAN y en actualidad con Morena, es parte del juicio de García Luna en Estado Unidos”. 

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