martes, 15 de octubre de 2019

“Periodistas” de baja estofa, caen en la extorsión vulgar y el chantaje



*       Muchos de ellos forman parte de una red criminal que opera en México
        
*    En el Estado de México intentan garantizar su “impunidad” por medio de  impulsar la ley de protección al periodista

Por Rey Néquiz Villalba

El periodismo serio publica información relativa a la actualidad. Para obtener dicha información, debe recurrir obligatoriamente a fuentes verificables, su base es la noticia, la crónica, el documental, el artículo, la opinión y el reportaje. La posibilidad de información del periodista hace que este oficio ejerza una gran influencia sobre la opinión pública a modo general.
Razón por la cual, algunos observadores definen al periodismo como el "cuarto poder". Sin embargo, la evidente influencia del periodismo en la sociedad ha permitido también el desarrollo de una deontología profesional conocida como ética periodística, constituida en una serie de normas y deberes éticos que guían la actividad del periodista. Dichos códigos deontológicos son emitidos por los colegios profesionales y que postulan la independencia de los medios respecto a los poderes políticos y económicos.
El periodista queda sujeto a su obligación de actuar con la mayor diligencia posible en el acceso a las fuentes y en el contraste de opiniones. El periodismo se debe caracterizar por ser objetivo mas no subjetivo, a nadie le importa si al periodista le parece mala una información, lo importante es brindarla a la sociedad.
Para ello existen varios principios que guían la labor del periodista, el principal de los cuales es el respeto por la verdad, el rigor en la búsqueda de la información fidedigna y verificable. En general, se considera buen periodista al que consigue información relevante, breve y exacta en el menor tiempo posible y quien trasgrede estos principios se convierte en un simulador, mercader, chantajista o extorsionador.
El pseudo periodista utiliza la extorsión para vender su información, esto en nuestro país es un delito contra el patrimonio, donde el agente obliga al sujeto pasivo, o dar una suma de dinero o documento por medio de intimidación, con el objeto de obtener para sí o para un tercero un provecho ilícito. La extorsión es un medio de ofensa a la libertad de la víctima y libertad de expresión.
El delito de extorsión es entendido como un ataque a la libertad personal para lograr con ello una ventaja patrimonial indebida y se entiende como “un atentado a la privacidad" cometido mediante una ofensa a la libertad.
El Chantaje, conocido también en la doctrina como extorsión específica, es un delito contra el patrimonio, su descripción típica se encuentra contenida en el Constitución de la República,  el que, haciendo saber a otro que se dispone a publicar, denunciar o revelar un hecho o conducta cuya divulgación puede perjudicarlo personalmente a un tercero con quien esté estrechamente vinculado, trata de timarlo o comprar su silencio, la acepción verbalista entiende al chantaje como amenaza de pública difamación o daño semejante que se hace contra alguien, a fin de obtener dinero u otro provecho. Jurídicamente se le define como intimidar a una persona, con el propósito de decidirle a que compre su silencio al precio de una indebida concesión patrimonial.
Muchas veces es difícil descubrir estas anormalidades mentales de ciertas personas, de ahí que tanto la psicología y la psiquiatría deben intervenir para ver hasta dónde es creíble la manifestación de estos individuos. El deseo de hacer daño a alguien, motiva una versión falsa. El neurótico y el histérico declaran hechos falsos, estos enfermos son sugestionados, por lo cual, una vez dada su manifestación se aferran con tenacidad a dicha versión.
Las personalidades psicopáticas tanto en la doctrina como en la práctica, se ha consagrado el criterio del estudio de los caracteres propios del desequilibrio psíquico que define la personalidad, constituida por fallas unilaterales o circunscritas de la actividad mental.
En el Estado de México tal conducta se refleja en la mayoría de “periodistas” que son analfabetas, ignorantes y sátrapas, donde su personalidad es descrita de psicopática como los mitómanas, cuyos caracteres específicos suelen presentarse entre mezclados con la vanidad, el deseo de llamar la atención, fanfarronería, calumnia, falsa imputación, acusaciones maliciosas y difamaciones públicas de la cual debe estar alejado el periodismo serio para no distorsionar la verdadera información.
Pero, además intentan buscar su impunidad para evitar ser relacionados con basta red de la delincuencia organizada al a través de presionar al Estado para que éste aprueba una Ley de Protección al Periodista.
 


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