“Es como si Satanás estuviera entre nosotros”. Judas, de Lanza del Vasco
Por: Neky
Así enfáticamente, en un arrebato místico, se refirió al locutor de Televisa a Karol Wojityla, el Papa Juan Pablo II, cuando salía del túnel de rebautizado Estadio Azteca (propiedad del mismo consorcio), después de presidir un encuentro de familias en su cuarta visita “pastoral” a México, visita que cobró visos de show.
En la gran mayoría de los católicos ve de esa
manera al que dice ser el representante de Dios en la tierra. N de
consecuencias, cualquiera relación con el jefe de Estado Vaticano se contempla
como tener un trato con Dios y no es cierto, es totalmente falso.
Si convenimos que la iglesia católica se reviste
de un poder espiritual, tal control y como se representa así misma, entonces
tiene un poder ideológico y político –que se incide en la conciencia individual
y social-, poder que se traduce en un poder económico.
Temas y personajes
Con éstas premisa, se comprende mejor el título
y la trama de la novela de Carlos Castro Morales Los Socios de Dios (edición de
l993 por propio autor), ante la inminente reanudación de las relaciones
diplomáticas entre México y el Vaticano, que en texto se supone como condición
necesaria.
Es una lectura fácil (si nos saltamos las comas
fuera de lugar) y profunda, con conocimiento de causa sobre la institución de
la iglesia y la religión, como ideología y práctica cotidiana. Y su postura,
por ejemplo, ante el poder, las sectas y el new age, la masonería, el
narcotráfico, la homosexualidad y el Sida.
A través del libro hacemos un recorrido por las
calles y la historia de la Ciudad de Mérida: el Paseo de Montejo, La Plaza
Grande, la iglesia de San Juan Bautista, y el grupo de Sanjuanitas, precursores
de la independencia de Yucatán, como de Lorenzo de Zavala. También, conocemos
algunas de sus costumbres, como la de la trova –bibliografía incluida.
Sin estar todos los que son, hay personajes
reconocibles de la política, los negocios y la iglesia católica, como, por
ejemplo, Cuitláhuac o Carlos Bernal, del Baco A.B.C.
La nueva derecha
El protagonista, él es joven, monseñor Gabriel
Montilla carismática, como “propio Luis Miguel”, cercano colaborador del Papa
Carol Wisensky, Pedro Pablo II, y expertos en asuntos financieros y políticos,
quien visita tierras de la península de Yucatán (a donde llegaron los primeros
españoles a tierras mexicanas en 1518) a preparar el próximo viaje papal y a
obtener los recursos para construir la Universidad del Mundo Maya.
“Obviamente – dice Montilla- el negocio católico
no está en la Universidad, pero si en la segunda etapa que es la inmobiliaria
que Ustedes van a construir y que va hacer socia directa de una de las
inmobiliarias del vaticano (…); un gran negocio para Ustedes y Su Santidad”.
Junto a la teología de la liberación o “la
oposición por los pobres”, se advierte la presencia de la iglesia nueva derecha
“de corte fascista, radicalizado, más allá de cualquier fundamentalismo
ideológico, partido partidario de la violencia y la represión, aún dentro del
seno de la propia estructura eclesiástica y tanto más, hacia fuera, hacia los
seglares que ya no son tan dóciles y fáciles de manejar como antes”.
En consecuencia, Montilla es considerado por la
jerarquía como un sacerdote de Judas, en el sentido de que “Judas creyó en
Jesús como líder político y social, como en un libertador de su pueblo”.
Explotación e indulgencias
En el relato de Castro Morales, queda de
manifiesto la situación social, por lo que “la riqueza de Yucatán se había
debido más a la explotación del indígena maya campesino, que el propio
henequén. Sin embargo, los hacendados cuidaban de ellos, como quien cuida a sus
caballos y mulas para el trabajo, pero el hecho es que los cuidaban”.
A pesar de todo, siempre hay manera de redimir
los pecados y obtener indulgencias. “En la iglesia Católica también hay formas
de lavar el dinero malhabido, haciendo que quien así lo obtuvo a sus
descendientes inviertan parte o mucho de los defraudado, en una gran calidad
moral para la sociedad”.
Por otra parte, “ la misma iglesia Católica tiene una deuda pendiente con las
etnias mayas y con sus descendientes mestizos. Así como a colaborado con su
sojuzgamiento tiene que colaborar con su liberación”, agrega Montilla.
Penitencia
Aquí entra el proyecto de la Universidad del
Mundo Maya, con el objetivo de coadyuvar “a la formación cristiana de la juventud,
no sólo de México y de Yucatán, sino de toda la parte central de América. Del
continente de la esperanza”.
Juan Pablo II |
También, se busca realizar un Sinono Diocesano,
hacía una “Nueva Evangelización”, que “no tiene otra finalidad que la de
transformarnos en “otros Cristos”, en hacer una verdadera familias del
cristianismo de la humanidad entera” (precisamente el gran concepto “católico
que” significa “universal”).
El pretexto es el crecimiento, en números
adeptos, de las sectas (igualmente, cristianas) debido que “nuestro clero
padece de una abulia increíblemente escandalosa”.
De ay la razón de apelar a los “apostolado de
los más ricos”: “para todos (estos) fines espirituales, es que lo necesitamos
el dinero de aquellos que muchos señalan en la sociedad católica, como son los
peores, los más falsos, los más defraudadores, los más ladrones ¡Nombres,
nombres). Es para darles un poco la oportunidad de poder usar bien, un dinero
que adquirieron mal. Es ayudarlos a cambiar su egoísmo por un altruismo, que
mitigue sus propias fallas y defectos” (…y que siga la explotación).
Es una forma de lavar culpas, que no es más que
otra forma de lavar dinero, de la cual se aprovecha la iglesia. “A pecado social cometido, penitencia social
impuesta”, es la forma que tiene de hacerse de recursos.
Aprovechándose de ello. “Lo que sobran en
Yucatán –le cuentan- son éstas clases de católicos deseosos de crear
fundaciones e instituciones de beneficiencia con las cuales pretenden “limpiar
o lavar” sus fortunas: no sólo los narcotraficantes sino también los
“traficantes de imagen social” están empeñados en “adecentar” sus fortunas “mal
habidas”.
En su oportunidad de ser los socios no solamente
del Papa y el Vaticano, sino los socios de Dio. “Un proyecto de esta naturaleza
era como si flotara en el ambiente, la idea de que hacerse socios del Papa era,
prácticamente, hacerse socios de Dios. Y pensaban también las pingües ganancias
que todos suponían se podían obtener de tal sociedad, en lo material claro
está, la recompensa espiritual no era el mejor atractivo en este asunto”.
Un encuentro inesperado
De esta manera titula un capítulo de su libro
Carlos Castro Morales –periodista, promotor de apostolado seglar, asesor
empresarial y pedagogo – y en el que Montilla conoce a Alberto, joven pragmático
y hasta cínico, quien resulta ser un verdadero maestro para el enviado del
vaticano.
“A todo usamos y a todos nos usan. Salir
beneficiado de esta ruleta de aprovechamientos es el verdadero éxito de la
vida”, es una de sus frases célebres.
Más que Maquiavelo, su modelo es Rasputín, quien
habría dicho que “la mayor expresión del poder de Dios es su capacidad infinita
de perdonar”. Si esto es así –según Alberto- “Tengo que pecar para merecer el
infinito amor de Dios. Resumiendo a mayor pecado, mayor perdón. A mayor perdón
mayor amor. Luego entonces mientras más peco, más me ama Dios”.
En este sentido, a los temas de los homosexuales
y el Sida, el autor dedica muchas líneas del texto –en situaciones y conceptos-
liberándolos de esa moral tradicional y desarrolla una nueva moral sexual.
Así, “es ya un hecho aceptado legal,
psicológica, moral y religiosamente, el que los homosexuales tienen derecho a
su homosexualidad y como tal, debe ser respetado en su dignidad de personas
humanas”.
En consecuencia, “la iglesia, de una manera,
discreta, sutil – agrega Montilla- ha emplazado a recomendar no el matrimonio
homosexual, pero si el que las parejas vivan como si estuvieran casados con su
pareja. Las mismas reglas que se usan para tratar de mantener la unidad y la
fidelidad de los matrimonios heterosexuales se están aplicando a los
matrimonios homosexuales con tal de tratar de contener el avance del Sida en el
mundo”.
Presidencialismo absolutista
Benedicto XVI |
Avanzada la lectura, llegamos a dos párrafos de
la mayor importancia histórica para comprender la posición de la iglesia frente
al liberalismo político. “En un principio –explica el Arzobispo de Yucatán- la
iglesia se inclinó por lo lógico de acuerdo con las raíces históricas de
nuestra nación. Sin embargo, la intervención de los masones norteamericano s
hizo que se impusieran modos políticos
que no correspondían a la idiosincrasia del pueblo mexicano. Por
ejemplo. Después de la Colonia, lo lógico era continuar con una monarquía constitucionalista,
que era a lo que estábamos acostumbrados”.
“Nada de eso. Se copió y se impuso por la
influencia norteamericana el modelo político republicano. Entonces lo que
correspondía era una república centralista, que era la continuación, en
republicano, del estilo monárquico del cual preveníamos. Tampoco fue así, por
convertir a los intereses norteamericanos, siguiendo los propios moldes que a
ello convenían, se copia y nos impone el modelo de una república federal. Que
como le consta, hasta hoy no funciona como es debido. Vivimos en la realidad en
presidencialismo, que bien puede equipararse a una absolutista sexenal”.
Neobanquero
El autor hace clara alusión al fraude de los
neobanqueros que desembocó en su rescate. De tal manera que, por la información
que recibe, el protagonista decide no hacer tratos con el Banco A.B.C. de
Carlos Bernal. Y es que “las disposiciones de interventora Nacional Bancaria
son letra muerte para él. Negocia y negocia créditos sobre créditos no
suficientemente documentados ni garantizados. Cobra o más bien extorsiona a los
clientes del banco a los que les cobra comisiones y obsequios para cada crédito
que les concede. La cartera vencida está sobre niveles más que
peligrosos”.
En síntesis, “la unidad, el verdadero negocio –
le confiesa a Don Montilla- no está en ser accionista del banco, está en que
podemos manejar el dinero de los demás en condiciones de privilegio tales, que
común de la gente no le creyera si lo supiera. Ese es el verdadero secreto
bancario y no otro”.
El milagro
más grande
El libro de Carlos Castro Morales es una gran
galería a bien construida de personajes y temas, que, a la vez que explica,
justicia ciertas situaciones. A pesar de la enrome –ingenuidad con la que
trata, por ejemplo, el lavado de culpas, su lectura es valiosa por varios conceptos
que manejan entorno a la religión y la iglesia católica.
Dejemos que el personaje de Montila cierre este
comentario.
“El milagro más grande de Jesús no está en la
conversión de agua en vino: no está en la resurrección de Lázaro o en la
curación de los diez leprosos o en la multiplicación de los panes o en haber
caminado sobre el mar o haber apaciguado a los elementos naturales con sólo una
palabra. Ni siquiera su propia resurrección es el milagro más grande que haya
realizado”.
Y, “lo más grande que hizo Jesucristo es haberse
enonadado (empequeñecido) a sí mismo y haberse hecho hombre”.