* El Monje Loco convirtió al municipio en fábrica de narcotraficantes y refugio de asesinos peligros que mantienen secuestrada a la ciudadanía.
* En complicidad con su hermano, Víctor (a) El Mataperros capitanean el cártel de La Ballena Asesina (MOVIDIG). Mentes perversas del PRD, representan un peligro para el pueblo.
Por: Rey Néquiz Villalba
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| Héctor Bautista López, El Monje Loco |
El crimen organizado, a partir de 1997 con el
ascenso al poder del PRD y el clan de la Familia Bautista en esta localidad, se
tornó más sofisticado y diversificado. Desde entonces todo funcionó por una relación de corrupción e impunidad
entre el poder político, administrativo y el crimen organizado, que puso en
evidencia la disputa por el control del mercado en este municipio para su
distribución y venta entre los cárteles
de Ma. Beker y de la Ballena Asesina (Movidig), ésta aún opera desde el palacio
de gobierno de Nezahualcóyotl.
En 1996, con la derrota del PRI en las urnas, el
gobierno del PRD despertó una gran expectativa de cambio, pero lamentablemente
en el ámbito administrativo y de la justicia las cosas resultaron
contraproducentes. Desde entonces, el gobierno de Valentín González Bautista
(a) El Ladrón de Neza y Héctor Bautista López, apodado por el bajo mundo del
crimen organizado como El Monje Loco, accedieron a la tentación del narcotráfico
y su articulación con el crimen organizado.
Los gobierno perredistas establecieron
relaciones y alianzas, pero éstas se fortalecieron desde el año 2000, con la
administración de Héctor Bautista López. En este proceso y para ampliar los
tentáculos de su organización delictiva en el mercado de la zona, la llegada de
nuevas drogas, las mentafetaminas, volvió el negocio más competitivo lo que
provocó que el gobierno del PRD, para consolidar las componendas entre el
cártel de la Ma. Beker y El Monje Loco, a través de su entonces Director de
Seguridad Pública, Carlos Ernesto García García, les proporcionó todas las
facilidades para el desarrollo de sus actividades.
El cambio de gobierno, PRI por PRD, el ajuste
estructural y los relevos políticos de Nezahualcóyotl, sin descartar los
conflictos que provocaron la alianza del gobierno local, partidos políticos,
sectores financieros y las asociaciones mafiosas, para que el instituto
político que se encontraba en el poder funcionara como una verdadera
organización oficial del crimen.
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| Valentín González Bautista (a) La Cucaracha |
Desplazan a su “socia” La Ma. Beker
Luego de conocer los movimientos, las
operaciones y los centros de venta conocidos como tienditas, según las
informaciones filtradas por la PGR y la PGJ del Estado de México, por parte del
operador de Héctor Bautista, Carlos Ernesto García, iniciaron los socios del
cártel del narcotráfico que lidereaba Delia Patricia Buendía, “La Ma. Beker” un
linchamientos público y periodístico (con rémoras a sueldo), para desplazarla
del control en la distribución y venta de la droga en Nezahualcóyotl.
La campaña de traición y linchamiento, en un
principio le dio resultados al entonces edil perredista, Bautista López alias
“El Monje Loco” de Neza, contra su “socia” Delia Buendía al ser detenida por la
PGJEM y consignada a un penal de máxima seguridad en compañía de varios de sus
pistoleros.
Sin embargo, las declaraciones de la Ma. Beker
puso al descubierto toda una maraña de intereses que arrojaban las
investigaciones riesgosas por la cantidad de información recabada por la PGJEM
y la PGR, investigación que abría puertas que daban los nexos del gobierno
perredista con el crimen organizado. Evidencias confirmadas al ser detenido en
el mes de octubre de 2002 el operador mafioso del entonces edil, Héctor
Bautista, Carlos Ernesto García, por agentes de la AFI (Agencia Federal de
Investigaciones) entre los límites del DF y Nezahualcóyotl. La PGR afirmó que
el jefe policiaco se le detuvo en carro robado y con posesión de más de 500
grapas de cocaína y un millón de dólares que no pudo comprobar su procedencia,
sólo se argumentaba que era parte del erario público del gobierno municipal perredistas.
Las operaciones de Héctor Bautista López y el
PRD relacionadas con el narcotráfico se pusieron en evidencias al detener y
consignación por 25 años de cárcel, de su entonces Director de la Policía
Municipal, Carlos Ernesto García García, tras encontrársele culpable por los
delitos de delincuencia organizada, contra la salud, de proteger y fomentar el
tráfico de cocaína en el municipio, durante la administración 2000-2003.
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| Víctor Bautista López (a) El Mataperros |
Para el entonces jefe de la Unidad Especializada
de Investigaciones de Terrorismo, Acopio y Tráfico de Armas de la Procuraduría
General de la República, José Ricardo Cabrera Gutiérrez y el Juzgado Federal,
“no hay duda alguna de sus nexos del exjefe policiaco, Carlos García y de su ex
patrón, Héctor Bautista López, con bandas de narcotraficantes del Cártel de
Juárez”.
En su tiempo y forma, dirigentes y activistas
sociales del lugar dieron a conocer que “el cártel de La Ballena Asesina
(MOVIDIG) abrazados con los capos de la droga llegaron al poder local, desde
entonces utilizaron la estructura del gobierno y la estructura policial para
extender sus tentáculos en municipios asentados en la Zona Oriente del Estado
de México. Además, no se descartó que para lavar dinero proveniente del crimen
organizado se utilizo la tesorería y los fondos públicos para financiar sus operaciones criminales y
actividades políticas para favorecer al PRD
La consignación, en el mes de marzo del 2003,
del operador criminal del Monje Loco, por su protección a los carteles de la
droga de la Ma. Beker y de la Ballena Asesina (Movidig), ésta sofisticó sus
métodos y conformó su cuartel desde el palacio de gobierno, la Dirección de
Seguridad Pública Municipal y el Departamento de Comunicación Social, donde pseudos periodistas realizaban el espionaje y linchamiento público contra los
cuerpos policiacos para evitar cualquier operativo o bien consignación de los
capos del PRD.
Desde que asumieron al poder, en 1997, el
proyecto del PRD durante 13 años en este municipio se consolido para albergar y
garantizar desde el palacio de gobierno la operación, distribución y consumo de
“droga”, donde sus “socios” y “operadores” del cártel criminal, despachan desde
la Cámara de Senadores, el Congreso de la Unión y en la cámara de diputados del
Estado de México, con el objetivo de incrementar sus “tentáculos” e impunidad a
sus actividades ilícitas en el oriente mexiquense.
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| Raúl Fernando Sánchez y Venancio Sánchez |
Su desfachatez no tuvo límites, con recursos
públicos compraron un helicóptero y lo utilizaban presuntamente para vigilar
por aire a la ciudad y poder contrarrestar los efectos de la delincuencia
común, pero el verdadero objetivo del aparato fue para transportar cocaína y
otras drogas, desde el estado de Michoacán al municipio que ellos gobernaban.
Los “capos” mayores de la mafia, el ex senador
Héctor Bautista López (a) El Monje Loco, y su hermano, diputado federal del PRD
por el distrito 31, Víctor Bautista López alias El Mataperros, conformaron
siendo alcaldes a su escuadrón de criminales para proteger a sus proveedores de
narcóticos, luego de traicionar a su socia Delia Patricia Buendía Gutiérrez,
mejor conocida como La Ma. Beker y abandonar a su suerte al ex jefe policiaco,
Ernesto García García, consignado 25 años de cárcel por estar involucrado con
narcotraficantes del Cártel de Juárez.
Nexos con ex ediles de Ixtapaluca y
Tlalmanalco
En febrero del 2009, la PGR detuvo al entonces
alcalde del PRD del municipio de Ixtapaluca, Mario Moreno Conrado, por tener
nexos con la banda de secuestradores “Los
Tenientes” y custodiar con la policía municipal el narcolaboratorio que explotó
en el poblado de Acozac, entonces se decía ser apoyado por el clan Bautista.
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| Delia Patrícia |
Entre los personajes del sol Azteca que
capitanean a mafias de la droga en este lugar, son señalados como pieza clave a
los caciques: Héctor Bautista López (a) El Monje Loco, ex senador de la
república y ahora diputado local plurinominal; Juan Hugo de la Rosa alias El
Atepocate, ex diputado local en el Estado de México y dirigente del PRD; Luis
Venancio Sánchez apodado La Guajolota y senador; Víctor Bautista López, mejor
conocido en el bajo mundo del crimen organizado como El Mataperros, diputado
federal por el distrito 31, entre otros sujeto representan un verdadero peligro para el
pueblo de Nezahualcóyotl.
En febrero del 2001, la policía de la Agencia de
Seguridad Estatal (ASE) capturaron a los integrantes de la Banda de
Secuestradores denominada “Los Aboytes”, capitaneada por el ex edil del PRD en
el municipio de Tlalmanalco, Raúl Hernández Sánchez Osorio, protegido por Luis
Venancio Sánchez Jiménez.
A los integrantes de la organización criminal de
los Aboytes y célula de La Ballena Asesina, se les comprobó su participación en
más de 20 homicidios, la mayoría fueron enterrados clandestinamente en el
municipio de Tlalmanalco, cerca de 50 secuestros, entre extorsiones que
planeaban desde las oficinas de la presidencia municipal.
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| Mario Conrado Moreno |
Actualmente están presos en el penal de
Santiaguito, Almoloya de Juárez Estado de México, por los delitos de homicidio,
tentativa de homicidio, secuestro, robo equiparado y delincuencia organizada.
La dirigencia nacional del PRD, al saber que
Víctor Bautista López alias El Mataperros, es pieza clave de la narcopolítica
en Nezahualcóyotl y del negocio que representa al invertir parte de sus
ganancias en gasto de las campañas políticas, producto de la venta y
distribución de droga, ahora al “negociar” la diputación federal del distrito
electoral 31, busca cubrirlo de total impunidad ante la aplicación de la
justicia por formar parte del crimen organizado del sol azteca.
Así, “el crimen organizado y la guerra
sangrienta que se vive en Neza, es parte de la negra herencia del PRD y que fue
una razón de sus gobierno y de la democracia que pregona, con un resultado
delincuencial del vicio y la prostitución que envenenan a los jóvenes, además
de sus vínculos en el mercado de la droga, su disputa y su control a través de
los señalados personajes del PRD, quienes sólo se cambian de lugar, por medio
del poder político, para garantizar su absoluta impunidad.
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