lunes, 3 de septiembre de 2012

México víctima de la industria del narcotráfico


E.U. controla la fluidez financiera y mafias del  crimen organizado

El Imperio del norte necesita del capital del narcotráfico para equilibrar el déficit de su balanza de pagos.

El narco dirige a partidos políticos en México

Por: Luis Sánchez Jiménez

Al término de la guerra fría con México, tras aprobar la certificación en el gobierno priísta de Carlos Salinas de Gortari y el de Ernesto Zedillo Ponce de León, Estado Unidos encontró en el tráfico internacional de drogas prohibidas un nuevo motivo para imponer su hegemonía en los países del hemisferio y conformó una división de trabajo en torno de la economía de las drogas; países que producen, comercializan y que consumen drogas.
En su ensayo “El Capital del Narco”, Fernando Ramírez sostiene que los representantes de cada grupo que opera en Colombia, México y Estados Unidos “creen en la necesidad de combatir éste problema, pero difieren en las formas y coinciden en los escasos resultados, para no afectar su economía subterránea que les garantiza la fluidez financiera que les arrogan los capos de la droga”.
Asegura que el gobierno de Colombia ofreció a cocaleros exenciones fiscales si cambian y, a su vez, prometió juzgar en territorio nacional a sus narcotraficantes, es decir que se compromete a no entregarlos a la justicia norteamericana.
En México, precisa que se destinan enormes recursos públicos, al ejército mexicano y a corporaciones policiacas para detectar, destruir los sembradíos de estupefacientes y combatir a los cabecillas del crimen organizado, al mismo tiempo no existen avances en las reformas a la ley para castigar a los encargados de las instituciones que brinda protección a los capos de la droga.
Mientras en Estado Unidos se aplican dos terceras partes de su presupuesto a éste rubro para emprender tareas de combate al narcotráfico, sólo canaliza una mínima parte a las campañas de prevención, porque así conviene a sus intereses de mercado negro.
Fernando Ramírez indica “lo que le importa a la Casa Blanca es controlar los flujos financieros, pues el capital procede de los consumidores y que el imperio del norte necesita el capital del narcotráfico para equilibrar el dinero que presta a otros países”. Estiman “esos recursos deben de regresar a sus países de origen sin importar que sea sobre el envenenamiento de sus ciudadanos que son los mayores consumidores de droga en el mundo”.
Precisa “con base en las leyes de la economía donde existe consumo y hay oferta, los Estado Unidos sólo pretende reafirmar su calidad de centro en relación los países periféricos, con una imposición del prisma represivo bajo el cual las demás naciones deben ver el asunto del narcotráfico como una industria redituable para el acumulamiento de riqueza personal.
Ramírez Rosales apunta “la guerra contra el narcotráfico se convirtió en un mecanismo de presión internacional que busca someter a las naciones débiles a los lineamientos de la política económica estadounidense y ante la viabilidad del régimen político mexicano genera una exacerbación de la crisis del sistema político hasta debilitar su aparato de justicia, en cuya guerra sería infructuosa con secuelas sangrientas.   
¡El NARCO dirige partidos políticos!
Los líderes del narcotráfico en México, como sinónimo de “mafia”, en estos momentos, éste término se aplica de formar conveniente a nuestro entorno político-social, porque numerosos grupos enquistados en todos los ámbitos públicos y privados de nuestra realidad, manejan a su discreción todas las actividades legales e ilegales del estado.
Los partidos políticos monopolizan los poderes del Estado, con desfachatez, cinismo y prepotencia marginan a los ciudadanos, se creen inteligentes pero son unos estúpidos o apáticos – hay que ver las declaraciones que a diario realizan en los medios electrónicos -, los “dueños” de institutos políticos (patrimonio familiar, al estilo de la mafia siciliana), manejan los recursos públicos al través del IFE, deciden las fechas de elección, se reparte por regiones y entidades donde tiene influencia, para no ser rebasados por la sociedad civil no permiten las candidaturas ciudadanas, sólo es una propuesta para la próxima elección en el 2018.
El analista político de MC, Fabián Carrillo Díaz dijo “los corruptos y dirigentes políticos, con su ambición prohíben los espacios de una sustancial y verdadera democracia en el país, pues saben que la gente no olvida su tan mala imagen de los partidos y sus candidatos, en un 90 por ciento de ellos tiene antecedentes obscuros y forman parte del crimen organizado – por ello el IFE obstaculiza a los medios de comunicación que se exhiba sus antecedentes criminales -, que irremediablemente serían derrotados en las urnas.
En su ensayo “El narcotráfico se apodero de los partidos políticos”, explica que en sí, la democracia en México sólo es un mito, aunque si hay ligeros avances, comparada la situación de antaño, del partido único e invencible que impuso más de 70 años una dictadura perfecta, por las buenas o las malas, y la población lo arrojó al PRI, durante doce años, de la presidencia de la República,  a donde debe de estar, pero la mafia del narcotráfico lo regresa a los pinos con su esquirol Enrique Peña Nieto.
Sin embargo, las ratas del PRI y sus socios los capos de la droga, poco a poco afilian sus pezuñas para buscar más cuotas de poder y seguir viviendo de la ubre presupuestal como viles sanguijuelas del estado.
Las mafias no sólo controla la fluidez financiera de un Estado sino que ahora mantiene a cualquier precio de terror la actividad productiva e ideológica, y se puede entender la situación de plano como un caos social y que cada día va en aumento con las consecuencias que observamos en el gobierno, sea cual sea, - desde el federal, estatal y municipal -, en numerosas ocasiones en la propia familia, afirma.
Efectivamente, subraya que “el legado de las mafias políticas son más que visibles como la inseguridad pública, pobreza, injusticia, desempleo, delincuencia, narcotráfico, antidemocracia, explotación patronal, ignorancia del pueblo, saqueo de las haciendas y manipulación ideológica, terrorismo, sueldos miserables, secuestro, guerrilla, apatía electoral, dilatación de bienes públicos, burocracia deficiente y corrupta, índice de educación de los peores en México y marginación”.
Así mismo, asegura “con el autoritarismo y con excesos de poder, los gobernantes además con su estupidez y ambición generan cinturones de miseria por todos los rincones del territorio mexicano, contaminación ecológica, pésimos para el desarrollo social, pero eficientes para robarse los dineros públicos sin ser castigados, lacras pedofilios, empresas paraestatales negligentes, sistema judicial arcaica, poder legislativo aprobador de leyes que favorecen a las elites económicas, y un sin fin de problemas que tenemos los mexicanos”.
Además, indica que “la razón por la cual, uno de cada veinte mexicanos radica en el extranjero, esa tendencia continúa en ascenso, a tal grado que se calcula que en el 2050 se incrementará el número que vivirá en Estados Unidos, seremos la segunda minoría de aquella nación”.

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