martes, 15 de enero de 2013

Guadalupe Buendía Torres (a) La Loba de Chimalhuacán



Presa política y víctima del  PRI represivo en el Edomex

A 12 años de estar recluida ilegalmente en la cárcel, se agiganta la imagen “redentora” de La Loba y crece el repudio de la población en contra de los antorchistas que los hacen responsable de la masacre del 18 de agosto del 2000

“En nombre de la libertad se esclaviza y se mata, filosofía del PRI”: Cosío Villegas.

Por: Luis Rey

En el PRI de ayer y  hoy, podemos decir con toda seguridad que detrás de cada fortuna de los ex presidentes de la República como los que fungieron como secretarios de Estado, gobernadores, senadores, diputados federales y locales, alcaldes, funcionarios públicos y dirigentes sociales, existe una gran cantidad de deshonestidad, abuso de poder y hasta crímenes perversos y crueles,  al grado de gozar de absoluta  impunidad.
Para analistas políticos del Estado de México, consideran el caso de María Eulalia Guadalupe Buendía Torres, mejor conocida con el mote  que se ganó en  su lucha social como “La Loba” en el municipio de Chimalhuacán, como un caso especial y  la forma de como el PRI, desde sus orígenes, es el mismo represivo, autoritario, criminal y generador de la violencia con resultados sangrientos en todos los rincones de la República.
María Eulalia Guadalupe
Buendía Torres
Sostienen que “en todos los niveles de gobiernos priístas, la cultura de la corrupción nos invade y nos aplasta. No sólo al ser humano a la condición de una inservible mercancía, más bien se caracteriza  por implantar un Estado que garantiza los actos ilegales, perversos, maquiavélicos y  criminales”.
Explican que para el escritor y crítico al régimen priísta, Cosío Villegas “está es la cultura del engaño y de las mentiras, en nombre de la libertad se esclaviza y se mata, en nombre del progreso se perpetúa la miseria y la traición a la patria con el saqueo de las arcas públicas de la Nación”. (Revisar está página el artículo “El Rostro Oculto del FOBAPRO-IPAB, atraco del siglo a la nación”).
Los dueños del poder y la “riqueza”, sectas de mafias criminales con logotipo del PRI,  han creado un acervo corrupto y un conjunto de “redes” que permea la estructura social en todos los niveles del gobierno, cuyo objeto es utilizar  el aparato represivo del Estado contra los intereses de la población y sin obstáculo alguno se dedican “oficialmente” al pillaje y la extorsión para acumular millonarias fortuna.
El canibalismo político de Arturo Montiel Rojas
Al igual que en el país, en el Estado de México la corrupción es uno de los instrumentos que más utilizan quienes detentan el poder y la gran empresa pública, utilizada como forma de control político y acumulación de riqueza ilegal y arbitraria, tal y como lo programó el ex gobernador sustituto priísta, ex diputado federal, ex senador de minoría y hoy flamante dirigente nacional del tricolor, César Camacho Quiroz, tras haber endeudado al Estado con más de 23 mil millones de pesos, a diferencia de Emilio Chuayffet Chemor con 7 mil millones, hoy con fuero evade su voracidad y culpabilidad.
Con Arturo Montiel Rojas (El Caballo que habla) al frente del gobierno mexiquense el cáncer social priísta –la descomposición social- sustituyó el papel de la democracia y su ideología ocasionando que sus principios gubernamentales se pervirtieran y se  configurara en una súper estructura autorizada para ejercer un poder de “rapiña” y que reparó en crímenes -Caso Chimalhuacán- con tal de obtener acceso al dinero y a los negocios ilícitos, al despojar por medio de la violencia cientos de hectáreas de tierras a sus gobernados.
De hecho, afirman que el “arte” de la política que puso en práctica el Revolucionario Institucional es concebida como una lucha desproporcionada que renuncia a la neutralización y a la destrucción física del adversario que le hace estorbo a sus nefastos intereses.
“En el ambiente y medio en que se desenvuelven los jerarcas priístas nos queda claro que ellos –en el gobierno de Arturo Montiel Rojas- impusieron su propia voluntad sobre otros, sin la capacidad de negociación y los espacios de cooperación entre los actores sociales,   porque está por encima de valores su ambición personal”, indicaron estudiantes de Ciencias Políticas y de Filosofía y Letras de la UNAM.
Un PRI con ideas fascistas, oscuras y criminales
Es necesario hacer mención que el PRI nació como la organización política de los ganadores de la Revolución Mexicana de 1910 y la Guerra Cristera, está considerada como  última etapa de formación del régimen, idea que deben conocer y que pusieron en práctica los gobiernos priístas y los que todavía son, para imponer por cualquier medio legal o ilegal, pacífico o violento, la cultura de la represión oficial y como un modelo fascista de hacerse de poder y  gobernar de manera autoritaria, a pesar de ser un modelo arcaico de la vieja Italia y que culminó con la destrucción de su Estado.
El potosino Gonzáles N. Santos, demostró en su gran bibliografía (Memorias, Grijalbo, 1984) que el autoritarismo priísta y del Estado Mexicano adquirió su forma institucional y que ha perdurado en su pragmatismo, cuyo objetivo no fue crear o sostener un determinado arreglo económico o social del país, sino mantener el poder político dentro de cualquier marco financiero y social con métodos gangsteriles.
Con la dictadura deshonesta y nefasta del PRI en el poder al entregárselo al PAN durante doce años (2000-2012), se logró legalizar a través del continuismo y fortalecimiento de las prácticas de la corrupción y abuso de autoridad, para proteger el mercado negro del narcotráfico, el lavado de dinero y el contrabando de indocumentados.
En la gráfica aparecen con
Guadalupe Buendía Torres sus compadres,
Marisela Serrano y Tolentino Román
Después de 71 años en el poder presidencial el PRI creó un país en caos por la inseguridad que “reina” en las calles, el descarado y arbitrario manejo de las finanzas públicas para beneficiar a unos cuantos, un federalismo a favor del tricolor, educación condicional y la falta de bienestar social para millones de mexicanos que viven en la pobreza extrema.
Al perder el poder el PRI en el años 2000 –Carlos salinas de Gortari y su incondicional Francisco Labastida-, éste lanzaban amenazas a Vicente Fox con la “insurrección violenta en algunos sectores de la población y la falsa idea de que sin el PRI todo sería confusión”. Desde entonces volvió y arremetió la maquinaria del tricolor a presionar con mafias regionales, como si fuera una lucha de guerrillas, con lo mismo si no ganaba  el PRI en el 2012, entonces reinará el caos”.
Desde esta perspectiva, Chimalhuacán –no estuvo exento a los intereses nefastos de los “diabólicos” priístas del Salinato y con la absoluta complicidad del entonces gobernador del Estado de México, Arturo Montiel Roja, ya sin obstáculo alguno cometieron todo tipo de latrocinios en contra de la población civil, en especial contra los oriundos, quienes “ya forman grupos armados para enfrentar a las mafias del PRI y sus huestes criminales”.
Esto se dio, tras el anuncio que hicieron nativos del municipio de Chimalhuacán durante un plantón en el Congreso de la Unión, a finales de agosto del 2000, al tiempo que exigían la separación de poderes municipales por considerar al entonces edil, Jesús Tolentino Román alias “El Atepocate”, como el verdadero responsable de la matanza del 18 de agosto y  ante la amenaza ya cumplida del despojo de sus tierras, con una superficie que alcanzaron las 200 hectáreas de tierra.
Para ejecutar su plan de “invasión de tierras”, los salinistas planearon con tintes criminales acorralar y   deshacerse de la combativa Guadalupe Buendía Torres (a)  “La Loba”, porque representaba un estorbo para sus corruptas ambiciones.

¿Quién es La Loba? ¿Cómo surge en el ámbito político? ¿Contra quién tuvo que luchar? ¿Es ángel o demonio?
Era una empleada del seguro social, alegre, entusiasta e inquieta. Llamada María Eulalia Guadalupe Buendía Torres, su vida dio un giro de 360 grados cuando sufrió en carne propia las injusticias del gobierno federal, estatal y municipal. Autoridades priístas de manera represiva la despojaron de tierras comunales y ejidales, propiedad de su señor padre y nada pudo hacer por defender parte de su patrimonio. Su impotencia la hizo de carácter duro y férreo en la defensa de los intereses de la población nativa de Chimalhuacán.
En 1980 inicio su peregrinar en su lucha social para defenderse de las injusticias de las autoridades de Chimalhuacán, y favorecer a sus familiares, amigos y paisanos que tuvieron la misma suerte que ella. En ese entonces era el munícipe del lugar Eduardo Avendaño Díaz  (a) “La Sanguijuela” (1979-1981), quien se convirtió en el principal cacique,  fraccionador clandestino, traficante de tierras y se erigió como el Sultán del municipio.
Arturo Montiel Rojas (a) El Caballo que Habla
En el tercer año de su gestión como alcalde, Avendaño Díaz operó desde el palacio de gobierno la invasión de terrenos, la ilegal acción fue encabezada por su entonces dirigente del PRI local, David Chacón. Los nativos se organizaron y se enfrentaron a fraccionadores y pistoleros profesionales para defender sus tierras y lo que consideraban su patrimonio familiar, legado que obtuvieron de la Revolución Mexicana de 1910.
Al no conseguir sus planes ambiciosos Avendaño Díaz -“La Sanguijuela”- y  David Chacón, con la autorización del gobierno estatal, emprendieron el linchamiento contra los que organizaron la defensa de las tierras, en el enfrentamiento de 1981 perdieron la vida 6 personas, al conocer los resultados y considerar a Chimalhuacán como un “polvorín”, el gobernador en turno Alfredo del Mazo González, protegió de la matanza a Eduardo Avendaño y sacrificó a David Chacón, quien todavía purga una larga condena por secuestro, tortura, violación, homicidio, fraccionador clandestino y alterar la paz social, en el penal del “Molino de las Flores”,  en el  municipio de Texcoco.
Desde entonces Guadalupe Buendía Torres mejor conocida con el nombre de batallas “La Loba”, empezó a aglutinar a dirigentes sociales, amas de casa, deportistas, jóvenes y gente golpeada  por el poder que le otorgaba el PRI a Eduardo Avendaño, el fenómeno de luchadora social de La Loba iba en ascenso y representaba un peligro a los intereses mezquinos y corruptos   de las sectas de mafiosos priístas del municipio.
El poder de la Sanguijuela priísta (Eduardo Avendaño) no tenía límites y no había poder alguno que frenara la ola de arbitrariedades cometidas contra la ciudadanía, pero lo más cruel y aberrante de la justicia en el Estado de México, fue que éste personaje del PRI gozaba de total impunidad, porque el negociazo en Chimalhuacán era y es la invasión, el tráfico y la venta clandestina e indiscriminada de tierras, sin importarles generar cinturones de miseria, (según el INEGI Chimalhuacán sigue siendo el municipio más pobre de la República).
Al terminó de su ejercicio público (1979 -1981), logró imponer como su sucesor e incondicional a Javier Martínez Galicia (1982-1984), el compromiso de seguir ejerciendo el control clandestino de tierra, pero al llegar al poder local José Corona Gonzáles -1985-1987-, Eduardo Avendaño Díaz encabezó  varias manifestaciones de repudio para pactar su impunidad como fraccionador ilegal, mientras con el Salvadoreño Martín Pabello Jiménez (1988 -1990),con absoluta libertad traficó grandes extensiones de tierra.
Al llegar a la alcaldía, Susano González Castro (1991-1993), Avendaño Díaz fungió  como su padrino y asesor político y por medio de Enrique Suárez Caballero – 1994-1997- operó desde el comité del PRI local el control indiscriminado de tierras con el negocio ilegal de los fraccionamientos clandestinos, además dio rienda suelta al cúmulo de negocios ilegales contra la población indefensa de Chimalhuacán.
Desde entonces –cerca de 20 años de caciquismo- Eduardo Avendaño proyectó una figura de odio, desprecio y de rencor en contra de la población, sin importarle el repudio de la población a su imagen priísta y el rechazó fue generalizado hasta perder la diputación federal por el distrito electoral XXV en 1996, distrito que por primera vez ganaba el sol azteca.
Por su parte, Guadalupe Buendía encontró eco y consensos con los habitantes de Chimalhuacán,  tras una lucha social de 12 años, comparte  el poder local con Susano González Castro durante el período de gobierno 1991 a 1993. La administración fue dividida en dos partes; una con el grupo Chimalhuacán vía Avendaño Díaz y la otra con la Organización de Pueblos y Colonias (OPC) por medio de La Loba, su poder sólo duró dos años, por la disputa de predios con comuneros –éstos apoyados por su acérrimo rival Avendaño Días y Raymundo Olivares en el Barrio de Xochiaca de donde es oriunda, el saldo de zafarrancho fue un muerto (la víctima el hijo mayor de su lugarteniente, Margarita Preisser alias la Hiena) y un centenar de heridos sin consecuencia.
Guadalupe Buendía Torres, su hijo Salomón Herrera y sus asesores políticos y jurídicos, Enrique Suárez Caballero y Andrea Reyes Retana, respectivamente,  fueron recluidos en el Centro de Readaptación Social del Molino de las Flores del municipio de Texcoco, el proceso penal sólo duró dos años.
Enfermo por el poder,  el cacique priísta de Chimalhuacán Avendaño Díaz, luego de diversas reuniones, logra convencer a la dirigente de Antorcha Campesina –hoy popular – en el municipio de Ixtapaluca, Maricela Serrano Hernández para que sumaran esfuerzos contra La Loba, el amasiato se dio en 1989.
Las invasiones de tierras se dieron en gran escala entre ambos personajes, para unos representaba el poder económico, mientras que para los otros el capital político.
El negocio de priístas nefastos y sin escrúpulos en Chimalhuacán era tanto el poder y tan necesario para controlar la invasión de tierras y venta clandestina de las mismas, al grado de ser una verdadera “mina de oro” en contubernio con autoridades del gobierno federal, estatal y municipal, sostiene un estudio realizado por la Universidad Metropolitana de Iztapalapa, en materia de urbanización y asentamientos humanos.
Antorchistas que fueron masacrados
por sus propios jefes
Pero, en 1989 la disputa por la tierra en este municipio se agudizó entre dos grupos políticos, OPC y Antorcha Popular ( éste con su aliado Grupo Chimalhuacán y apoyados por la dirigencia estatal del PRI),- hubo varios enfrentamientos al grado de intervenir directamente la fuerza pública antimotines del gobierno estatal para evitar más violencia. Los propios policías decían que “solo los dejamos que se dieran en la madre, y  los que salieron corriendo y llorando como maricas  fueron los antorchistas”. Así, las dos batallas que escenificaron en el campo abierto y en la parte baja de Chimalhuacán la ganó el equipo de la Señora Guadalupe Buendía Torres.
En julio de 1996, Carlos Cornejo Torres primo de María Eulalia Guadalupe Buendía Torres, es ungido como candidato del PRI a la presidencia municipal y La Loba por primera vez logra ascender al poder local, después de salir ella de la cárcel sin que algún delito del que se le imputaba se llegará a comprobársele, para ello tuvo que negociar y dividir la administración en tres partes: Grupo Chimalhuacán, Antorcha Popular y Organización de Pueblos y Colonias (OPC), gobierna desde el primero de enero de 1997 al 18 de agosto del 2000, las estrategias de traición con tintes violentos, empezaron a marchar y fraguarse, ya no entre los tres grupos políticos sino sólo entre dos, el amasiato se dio encabezado por el salvadoreño Jesús Román Tolentino alias El Atepocate y los incondicionales de la Sanguijuela, los hermanos Chombo.
Desde antes corría el rumor entre los enemigos de La Loba, “es necesario quitarle el poder y dejarla fuera del negocio”. Para llevar a cabo sus planes duraron más de tres años, buscaron los apoyos del gobierno estatal y la forma de involucrarla en otros hechos sangrientos como los del año 1993, pero ahora definitivamente, Arturo Montiel avaló la riña sangrienta.
El negocio en puerta era la invasión de 200 hectáreas de terrenos ejidales, las ganancias serían repartidas entre el operador político del salinato, Carlos Rojas Gutiérrez,  el entonces gobernador Arturo Montiel Rojas e Hijo del Diablo, Aquiles Córdoba, desde la presidencia municipal vía Tolentino Román Bojórquez y el cacique Eduardo Avendaño Díaz.
El panista Andrés Cedillo, Raúl Carpinteyro del PRD y el priísta Juan Loreto González – hoy ex candidato a edil del sol azteca-, tales líderes naturales del municipio aseguraron que el “cerebro” de Antorcha Popular, Carlos Rojas, impulso a Tolentino Román como edil de Chimalhuacán a pesar de que los resultados electorales del 2 de julio del 2000 favorecían al perredismo.
Dicen, “nosotros no sabíamos por que tanto interés de Montiel Rojas y el Estado priísta en sostener a los antorchistas, pero hoy nos damos cuenta cuál es el fenómeno de su aberrante ambición y el deseo perverso de controlar el gobierno municipal con hechos sangrientos y con métodos de terror”.
“Invadir más de 200 hectáreas a ejidatarios y dueños de predios para crear más cinturones de miseria, fortalecerse políticamente y lavar dinero proveniente del crimen organizado a través de Carlos Rojas, el operador político de Salinas de Gortari y su socio el subprocurador Alex García Aguilar y notario público, Arturo Montiel Rojas – El Caballo que habla-, además de la complicidad de Tolentino Román ya como alcalde impuesto vía fraude electoral”, precisaron.
La confusión ya estaba planeada para el día 18 de agosto del 2000 y “era emboscar a La Loba” en plena plaza del gobierno local. Las instrucciones era liquidar a su estorbo que era Guadalupe Buendía Torres, las armas de los antorchistas salieron de la casa de Alicia Jiménez –dicen las pintas de protesta- y al no conseguir su objetivo sólo se mataron entre antorchistas e iniciaron el linchamiento político, mediático por medio de los medios de comunicación al servicio del salinismo y dejar caer todo el peso de la ley en contra de María Eulalia Guadalupe Buendía Torres  y sobre sus simpatizantes.
Los resultados de la masacre priísta ya se conoce, según el reporte oficial fueron diez muertos, pero las versiones de vecinos al lugar de los hechos aseguraron que arrojó más de 30 cadáveres, provenientes de diferentes estados de la República, y el bando de Guadalupe Buendía Torres en la cárcel injustamente sin que existiera prueba alguna, mientras la familia Chombo, Avendaño (q.e.p.d.) y Tolentino, responsables de fraguar la masacre fueron premiados y son protegidos por el Estado con más poder.
También se habla del ex dirigente del PRI local, José Luis Buendía apodado el “Chepín”, actualmente milita en las filas del PRD como infiltrado de los antorchistas y otros incondicionales de Jesús Tolentino Román alias “El Atepocate”. Y así, de sencillo el gobierno priísta del Estado de México manda a liquidar a sus “incondicionales” y utiliza los aparatos represivos para reprimir  a sus “rivales”, sin importarle que la población de Chimalhuacán sufra  el cacicazgo autoritario de grupos paramilitares como lo es Antorcha Popular.
Por estos hechos del 18 de agosto de 2000, se le acusa a la lideresa Guadalupe Buendía Torres,   presa en el penal de Santiaguito en Almoloya de Juárez, se le atribuye haber colocado en la alcaldía de Chimalhuacán a uno de sus familiares, Carlos Cornejo Torres, que posteriormente fue encarcelado por los delitos de homicidio, lesiones, rebelión y ocupación de inmueble público.
 “La Loba” fue detenida el 25 de agosto de 2000 en Zinacantepec y sentenciada el 31 de mayo de 2002, aunque sólo purgará 50 años en prisión debido a lo que establece el Código penal.
Sin embargo, 13 años en el poder local la imagen de Antorcha Popular cada día se corrompe y se incrementa el repudio de la población  en su contra, mientras la imagen de María Eulalia  Guadalupe Torres “La Loba” se agiganta con gran aceptación el Oriente del Estado de México, a pesar de estar en la cárcel pagando por delitos que ilegalmente se le imputan.     Para más información sobre Antorcha Popular
Historia negra, violenta, sangrienta y criminal
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2 comentarios:

  1. FELICIDADES AMIGOS MIOS DE LA CORNEADA

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  2. Hola amigos de la corneada, saben apenas empece a leer sus blogs, soy un futuro estudiante de políticas publicas y en verdad me interesa lo que pasa en mi país es por eso que me suscribí en su blog se me hace realmente interesante que hablen sobre el autoritarismo PRIISTA, de verdad se me hace excelente que hablen sin miedo y sin censura, FELICIDADES MUCHACHOS!!!

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